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BANCO Y MONEDA - El sistema del patrón oro
ESTRUCTURA DEL BALANCE DE PAGOS
Para ello es menester comprender previamente qué es un balance de pagos. Por de pronto
tenemos las exportaciones y las importaciones que constituyen el comercio visible de un
país.
Las exportaciones dan lugar a un ofrecimiento de moneda extranjera, pues los compradores
del exterior pagan, por ejemplo, en dólares, que los exportadores venden a los bancos de su
país, quienes les entregan su equivalente en moneda nacional.
a) LA DEMANDA DE MONEDA EXTRANJERA. Por su parte, las importaciones requieren
ser pagadas en la moneda del país vendedor, lo que da lugar a una demanda de moneda
extranjera en el mercado interno, ejercida por los importadores, quienes entregan su
equivalente en moneda nacional.
Si, por ejemplo, yo soy un comprador de libros norteamericanos, para poder adquirirlos
debo obtener un giro en dólares en un banco local, entregando los pesos necesarios para
comprar los dólares, que al ser cobrados por el librero extranjero dará lugar al pago de la
obligación. Habrá en consecuencia una demanda de moneda extranjera (en este caso
dólares).
Si un ciudadano sudamericano desea viajar a Francia, tiene que comprar en un banco de su
país los francos necesarios para poder realizar la excursión. Es una demanda de moneda
extranjera. Lo mismo ocurre si desea ayudar a sus parientes en Europa o si el gobierno debe
pagar los servicios de la deuda externa, o los particulares los compromisos que han
contraído en el extranjero o los dividendos por inversiones foráneas hechas en el país.
También habrá una demanda de moneda extranjera cuando se desee comprar títulos o hacer
otra clase de inversiones fuera de la nación, pues será necesario colocar a disposición del
banquero extranjero, los dólares, las libras esterlinas, los francos, etc., según fuera el lugar de
la inversión. Asimismo podrá haber una demanda de divisas —sinónimo de moneda
extranjera— cuando exista desconfianza en la moneda nacional, que puede suceder cuando
se tema una desvalorización de la misma, y en este caso se transformará la moneda nacional
en moneda extranjera, lo que implica ejercer una demanda en el mercado de cambios.
En síntesis, la demanda de moneda extranjera puede responder entre otros conceptos a los
siguientes: importación de mercaderías; gastos de fletes y pasajes en barcos extranjeros;
gastos de turismo en el extranjero; pago de los servicios de la deuda privada o del gobierno
en el exterior; pago de los dividendos o ganancias de empresas extranjeras radicadas en el
país; remesas de inmigrantes; inversiones en el extranjero de capital nacional; fuga del
capital nacional a otros países, etc.
b) LA OFERTA DE MONEDA EXTRANJERA.
Es evidente que la oferta de divisas se
producirá por las operaciones inversas, cuya clasificación más importante es la siguiente:
exportaciones de mercaderías; servicios prestados en el extranjero por la marina mercante
nacional, porque los fletes o pasajes que se pagan en los puertos del exterior lo serán en
moneda extranjera que aumentará su oferta en el mercado local; servicios prestados por los
bancos, compañías de seguros nacionales, etc., en el extranjero; gastos de los turistas
extranjeros en el país, que pagarán su estada con la moneda de su país de origen; cobro de
los cupones y dividendos de los títulos que poseen los nacionales en el exterior y capitales
que ingresan en el país para invertirse en la industria, comercio, producción o en la compra
de títulos públicos que crean un ingreso de divisas en el mercado nacional.
Todo este conjunto de operaciones comerciales, financieras y algunas veces especulativas,
determinan la entrada y salida de divisas que se reflejan en la situación del balance de
pagos, que según los casos se encuentra en equilibrio, en déficit o en superávit.
c) UN EJEMPLO PRACTICO: COLOMBIA. Como
ejemplo práctico podemos hacer una
mención escueta del balance de pagos de un país de América latina, como Colombia.
Durante el período 1940-45, que comprende la duración de la segunda guerra mundial,
Colombia ha tenido un superávit de 155 millones de dólares en su balance de pagos. La
razón está en que la oferta de oro y moneda extranjera superó en ese importe a la demanda
de divisas.
La oferta de oro y moneda extranjera estaba formada por los siguientes conceptos:
exportación de mercaderías, cuyo rubro preponderante es el café, por un total de 508
millones de dólares; importación de capitales por 177 millones de dólares, destinados
especialmente a la industria del petróleo, y compras de oro por 140 millones de dólares, lo
que hace una oferta total de oro y moneda extranjera de 825 millones de dólares.
Aclaramos que Colombia es productora de oro, el que juega en el balance de pagos como
una exportación de mercaderías, porque con su venta en el mercado internacional se obtiene
el equivalente en moneda extranjera, como sucede con cualquier otra exportación.
En cuanto a la demanda de moneda extranjera, estaba formada en primer lugar por la
importación de mercaderías que en el lapso 1940-45 alcanzó a 524 millones de dólares; a
transferencias hechas por el gobierno nacional en pago del servicio de la deuda y otras
obligaciones por 33 millones de dólares; a pagos hechos a residentes del exterior por 35
millones de dólares y otras remesas por 78 millones de dólares, lo que hace un total de 670
millones de dólares.
La diferencia entre la oferta de oro y divisas (825 millones de dólares) y la demanda de
moneda extranjera (670 millones) da el superávit de 155 millones de dólares que arroja el
balance de pagos de Colombia durante el quinquenio de 1940 a 1945.