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BANCO Y MONEDA - Las finanzas públicas en la segunda guerra mundial. La inflación
LA TEORIA DE LOS PRESUPUESTOS ANTICICLICOS O COMPENSATORIOS
Las finanzas públicas de la segunda guerra mundial, caracterizadas como ya hemos visto
por recursos impositivos exiguos para satisfacer los gastos generales de la administración
pública en la que predominaban los referentes a ese conflicto, difundieron la práctica del
déficit fiscal enjugado con emisiones crecientes de papeles públicos.
Pero esta política, exigida por las circunstancias especiales del momento, ha permitido
concretar una teoría sobre política fiscal basada en la posibilidad de vincular el desarrollo de
los presupuestos nacionales a la evolución cíclica de sus respectivas economías.
En este sentido y debido especialmente a la prédica del economista inglés John Maynard
Keynes y de los que siguen sus doctrinas, se ha venido perfilando en los últimos años la
tendencia de quitar importancia al equilibrio anual del presupuesto, al sostenerse que la
política fiscal debe tener un carácter anticíclico que permita al gobierno expandir sus
erogaciones en períodos de depresión económica para achicarlas en la fase ascendente del
ciclo económico.
De acuerdo con esos principios, no debería existir preocupación por la existencia del déficit
financiero anual, mientras éste tendiera a suplir los menores gastos del público, que al crear
nuevo poder de compra lograra acrecentar la renta nacional disminuida en la fase
descendente de la coyuntura.
El aumento de la renta nacional traería a la larga el equilibrio de las finanzas públicas y la
transformación del déficit en superávit, que debería persistir para dar lugar a la formación
de reservas monetarias por parte del fisco, quien las utilizaría en momentos de depresión
económica.
Las autoridades financieras deberían entonces propender no ya al equilibrio del presupuesto
en períodos anuales, sino a plazos más largos que coincidieran con la duración del ciclo
económico.
Este principio —indudablemente revolucionario para los financistas ortodoxos— ha sido ya
aceptado en un documento oficial del gobierno británico y más tarde en uno del gobierno
canadiense.
En el informe sobre "Política para evitar la desocupación" presentado al Parlamento inglés el
26 de mayo de 1944 por el ministro de Reconstrucción, se sostuvo que una política rígida de
equilibrio anual del presupuesto, sin tener en cuenta el estado de los negocios, no es exigida
por la ley ni forma parte de la tradición británica, pues no hay nada que impida al canciller
del Tesoro, en el futuro como en el pasado, que tome en consideración las necesidades del
comercio y del nivel de empleo, cuando estructura su presupuesto anual —y agrega—, que
si las políticas propuestas en dicho plan afectan al equilibrio del presupuesto en un año
particular, ello no implica por cierto ninguna desviación del principio de que el presupuesto
debe equilibrarse dentro de un período más largo.