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BANCO Y MONEDA - La experiencia monetaria entre las dos guerras mundiales
LA ESTABILIZACION MONETARIA Y EL COMERCIO EXTERIOR
Aún no se habían reajustado por completo las economías de esos países, cuando en diversas
conferencias económicas internacionales se propuso la estabilización de sus respectivas
monedas expresadas en oro.
La escasez de metal amarillo que se produjo por ese entonces, hizo que muchas naciones
volvieran al régimen del patrón cambio oro, que les permitió gozar de la conversión
monetaria sin necesidad de tener oro en sus arcas, siendo suficiente que el canje de la
moneda nacional se hiciera en una moneda extranjera convertible en oro.
Diversos empréstitos de estabilización monetaria, algunos de ellos propiciados por la Liga
de las Naciones, hicieron posible que los principales países beligerantes establecieran una
nueva paridad de su moneda respecto al oro. En un principio pareció que estas paridades
monetarias respondían a la realidad eco nómica internacional, pero los hechos posteriores
modificaron este juicio. Mientras algunos países desvalorizaron su moneda más allá de lo
que requería su nivel interno de precios y sus costos de producción, otros hicieron lo
contrario. Esta disparidad en el nivel de las nuevas paridades monetarias creó una
competencia en el comercio exterior de esos países.
Por ejemplo, Francia, al desvalorizar su moneda en una proporción mayor que la exigida por
su estructura interna de precios, logró estimular sus exportaciones, pues resultaba mucho
más barato adquirir con una determinada cantidad de dólares ciertos productos en Francia
que en otros países de Europa, donde costaban más.
Como por otra parte, a raíz de la desvalorización, se disminuyeron las importaciones, ya que
era necesario entregar más francos para adquirir los productos extranjeros, Francia tuvo un
superávit muy grande en su balance comercial y de pagos y acumuló una suma apreciable
de moneda extranjera que conservó en el exterior.