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BANCO Y MONEDA - El dólar compensado, según el profesor Fisher
A fin de evitar las injusticias que se producen en los contratos a término, entre acreedores y
deudores, el profesor Irving Fisher ha ideado un plan por el cual el contenido en oro del
dólar se ajusta a las oscilaciones en el nivel de precios.
Dicho plan responde al concepto rígido de la teoría cuantitativa de la moneda, en el sentido
que todo movimiento del circulante tiene una incidencia proporcional en los precios, de
modo que cuando aumentan los medios de pago, suben los precios.
El plan del profesor Fisher es de corrección de la moneda en un régimen de patrón oro en el
que la moneda tiene un contenido metálico determinado.
FUNCIONAMIENTO
A Fisher no le interesa el establecimiento del contenido metálico fijo de la moneda, sino su
poder de compra constante. Dice que no vale la pena mantener el dólar con un determinado
peso —en gramos de oro—, sino que es menester modificar su contenido metálico para que
en todas las circunstancias la moneda se ajuste en forma más o menos exacta al movimiento
fluctuante de los precios.
Lo primero que uno se imagina es que si los precios fluctúan, tendrá que modificarse en
seguida el contenido metálico del dólar.
¿Significará ello que cada vez que se tenga que modificar el peso del dólar, habrá que acuñar
nuevas monedas? Este inconveniente no existe en el plan de Fisher al proyectar el régimen
del patrón oro en lingotes, que permite hacer el ajuste sin necesidad de acuñar monedas de
oro.
Para determinar el poder adquisitivo del dólar, Fisher elige el nivel de precios mayoristas.
Ya sabemos que no se puede decir que dicho índice sea una representación genuina del
poder de compra de la moneda. Pero supongamos que sea así: se elegirían del nivel general
de precios un grupo de mercaderías que no serían mayores de 125 ni menores de 75,
sumamente sensibles a las fluctuaciones de la moneda, y se tomarían proporciones pequeñas
de estas mercaderías para que su suma diera 1 dólar. Cuando ese dólar, en términos de
mercaderías suba a 1,01, la persona que tenga que comprar la mercadería a ese valor no le
bastará con un dólar, sino que tendrá que entregar 1,01.
El valor de la moneda se corrige en esta forma: como el precio ha subido en 1%, aumentará
el contenido metálico del dólar en 1%. Si al contrario, cae de 1 dólar a 99 centavos, entonces
disminuirá en una cantidad correlativa el contenido metálico del oro.
Se encargará la confección de ese índice a la Oficina de Estadística, quien entregará cada dos
meses a la Casa de Moneda el índice correspondiente. Cuando esta última autoridad observe
que el índice sube en 1%, todo aquel que venga con billetes representativos de oro en
lingotes a obtener la conversión en metal amarillo, recibirá el contenido metálico anterior
más el 1%, y a la inversa, si el nivel baja se le entregará una cantidad menor.
Para desalentar la especulación, Fisher dispone que ningún ajuste podrá ser superior al 1% y
que el precio de compra en un drenaje de oro, en una disminución tálico; pero el precio de
venta estará recargado con un 1% para evitar que el especulador pueda obtener una
ganancia.
Esta precaución podrá dar resultados en un periodo corto de tiempo, mas si la tendencia de
los precios es realmente ascendente o descendente, el especulador podrá efectuar negocios
de importancia.