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BANCO Y MONEDA - Los Bancos Centrales y la regulación del mercado monetario
CARACTERISTICAS DE LOS BALANCES DE
PAGOS DE LOS PAISES DE AMERICA
LATINA
En primer lugar se observa una influencia preponderante del comercio internacional y de los
movimientos de capital en la actividad económica y la oferta de dinero. El ciclo económico
de dichos países está determinado por los movimientos internacionales de capital y las
fluctuaciones de las exportaciones e importaciones. La entrada de moneda extranjera
producida por esos factores amplía intensamente los medíos de pago, y su salida los contrae
con los consiguientes efectos en la situación monetaria interna.
Se ha observado que las fluctuaciones de los balances de pagos han afectado profundamente
la situación monetaria de los países de América latina durante la segunda guerra mundial,
pues el exceso de oferta de moneda extranjera respecto a su demanda por las mayores
exportaciones que importaciones, crearon una fuerte acumulación de oro y moneda
extranjera y un aumento correlativo de los medios de pago en los mercados locales. Como la
provisión de bienes y servicios en América latina no ha seguido el mismo ritmo ascendente
que su medio circulante, los precios han crecido sobre manera y la inflación monetaria se ha
difundido en toda la zona.
El segundo problema que existe en América latina es el de las fluctuaciones erráticas de los
balances de pagos. Estas fluctuaciones se deben a que los movimientos de capitales
dependen principalmente de la situación económica de los países exportadores de capital, o
para ser precisos, de las oscilaciones del ciclo económico de los grandes países industriales,
en tanto que el ritmo de las exportaciones de los países de América latina, integrado por
pocos productos, depende no sólo de factores climatológicos que pueden traducirse en
cosechas óptimas o pérdidas de las mismas en el caso de productos agrícolas, sino también
en las necesidades de los países importadores, cuando se trata de productos mineros. Las
medidas de regulación monetaria deben tender, por lo tanto, a neutralizar los movimientos
erráticos de los balances de pagos a fin de evitar el proceso inflacionista o deflacionista
creado por la ampliación o restricción de los medios de pago en el mercado.
a) EL FISCO Y LOS BANCOS CENTRALES. En tercer lugar se ha verificado la dependencia
que tienen los gobiernos del crédito del Banco Central que crea conflictos entre la política
fiscal y la monetaria.
En algunos países de América latina, los gobiernos se encuentran obligados a recurrir al
Banco Central o a los bancos particulares para financiar sus operaciones, ante el desgano del
público de invertir sus ahorros en títulos públicos, pues prefiere hacerlo en colocaciones
inmobiliarias.
Para enjugar sus déficit de presupuesto, a los gobiernos no les queda otro recurso que
recurrir a los empréstitos externos, apelar al crédito del Banco Central o proceder a la
emisión lisa y llana de papel moneda cuando el país se encuentra en un régimen
inconvertible.
Es así como, según Triffin, a quien seguimos en esta exposición, las disposiciones de los
Bancos Centrales que limitan sus facultades de prestación al gobierno, se suprimen tan
pronto surgen situaciones de urgencia, lo que hace pensar en la conveniencia de crear un
mercado propicio para los papeles del Estado.
b) LOS MERCADOS FINANCIEROS Y LOS BANCOS CENTRALES. Finalmente, el último
problema es la carencia de mercados financieros desarrollados y la ineficacia de los
instrumentos de regulación de los Bancos Centrales.
La tasa de descuento no ha sido eficaz en la mayoría de los países de América latina.
c) LA INFLACION MONETARIA Y SU CONTROL. El actual proceso inflacionista ha hecho
que los bancos comerciales mantengan un gran exceso de disponibilidades y no necesiten
obtener el apoyo del Banco Central, del que se han independizado por el momento.
Para neutralizar esta situación, uno de los procedimientos sería el aumento de los efectivos
mínimos, que únicamente podrá hacerse en aquellos Bancos Centrales que disponen de esa
facultad legal.
Según Triffin, para que este procedimiento fuera eficaz, el aumento tendría que ser muy
intenso, siendo posible que no se pudiera llevar a la práctica, dado el grado distinto de
liquidez de los bancos afectados, por lo que sugiere como un procedimiento más viable, el
incluido en uno de los proyectos para la creación del Banco Central de Cuba, de permitir
aumentar los efectivos mínimos de los bancos particulares en cualquier proporción
correspondiente al aumento futuro de los depósitos.
En esta forma se esteriliza la posibilidad potencial de inflación que pueden crear los nuevos
depósitos. Un resultado más satisfactorio se alcanzaría exigiendo a los bancos particulares
que aumenten su efectivo mínimo legal por el importe total de sus nuevos depósitos, con lo
que se impediría la concesión de créditos provenientes de esa fuente bancaria.
Otra solución que se propicia sería el control cuantitativo directo, por parte del Banco
Central, de los préstamos bancarios, fijando cifras topes al total de créditos.
Esta medida, que ha tropezado en México con dificultades para llevarla a cabo, podría ser
substituida con controles cualitativos que pueden ir desde la sugestión de limitar o suprimir
los préstamos especulativos, hasta la distribución del crédito para fines estrictamente
productivos, o la conciliación de ambos procedimientos que permiten a los bancos realizar
operaciones útiles a la colectividad, tratando de no expandir sus colocaciones más allá de un
nivel previamente establecido.
La realización en forma amplia de operaciones de mercado abierto, para lo que se requiere la
existencia de un mercado propicio, y la utilización del régimen de cambios en ciertos casos
podrían completar, según Triffin, la política de regulación monetaria de los Bancos Centrales
de América latina.