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ASTRONOMIA - Las nebulosas extragalácticas
GRANDEZA DE LAS NEBULOSAS. ¿SE PUEDE DETERMINAR SU MASA?
Una vez conocida la distancia de las nebulosas extragalácticas, se puede llegar ya con relativa
facilidad a formarse una idea de su grandeza. Así, la nebulosa de Andrómeda, de 7° de
diámetro aparente, debe tener un diámetro real de 60.000 años de luz, y su luminosidad total
se calcula en 1.600 millones de veces la del Sol. Con todo, los diámetros de la mayor parte de
las nebulosas extragalácticas no exceden de los 6.000 años de luz; no obstante, algunas llegan
a los 25.000 y aun a los 45.000 años de luz. La composición media de las nebulosas analizadas
es de unos 1.000 millones de soles.
Resulta en extremo difícil determinar la masa de las nebulosas extragalácticas. Sin embargo,
basándose en estadísticas obtenidas en nuestro propio sistema galáctico sobre la relación
brillo-masa, y en la separación y movimiento aparente de los núcleos y rotación de las
nebulosas, algunos astrónomos han deducido que las masas de estas nebulosas son
comparables a las de la Vía Láctea. Para ésta se ha encontrado una masa equivalente a 1.600
millones de soles; al paso que los cálculos hechos para la nebulosa de Andrómeda dan
resultados que oscilan entre 1.000 y 2.000 millones. Para el enjambre de la nebulosa de la
constelación de Virgo ha encontrado Smith una masa total de 100 billones de soles, con
masas del orden de 200.000 millones de soles para cada nebulosa en particular. Lundmark ha
encontrado para la nebulosa M 33 la masa de 130.000 millones de soles; para la nebulosa M
51 la masa de 13.000 millones, para la nebulosa M 81 la masa de 15.000 millones y para la
nebulosa M 101 la masa de 2.000 millones.
Aun cuando tales números no pueden tomarse como expresión exacta de la realidad, indican
por lo menos ciertamente que la masa integral de las nebulosas espirales analizadas es
millones de veces superior a la de las estrellas y comparable más bien con la de nuestro
propio sistema estelar. La cantidad de luz emitida por cada segundo cuadrado de superficie
es, en muchas nebulosas, más de 100 veces mayor que la emitida por igual área de nuestra
Vía Láctea. Con todo, no faltan nebulosas espirales de muy escaso poder luminoso.
Hoy día se extiende cada vez más la idea de que las nebulosas espirales o galaxias forman
verdaderos sistemas de orden superior, llamados también supergalaxias, cuyos diámetros se
elevarían a millones de años de luz. Sin embargo, no aparecen todavía lo suficientemente
constantes y definidas las características de tales organizaciones, ni la naturaleza de las
fuerzas físicas capaces de mantener la trabazón de conjunto en su curso por el espacio.