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ASTRONOMIA - Las mareas
Se designa con el nombre de mareas el movimiento regular y periódico a que están sujetas las
aguas de los mares y por el cual el nivel de las mismas varía constantemente durante el día.
MAREAS. Representación gráfica de las acciones combinadas de la Luna y del Sol, en
conjunción, sobre los mares.
Todo observador, situado a la orilla de un océano, puede observar cómo a ciertas horas del
día las aguas empiezan a subir, o lo que es lo mismo se origina el flujo hacia la costa, cuya
duración es de 6 h. 12m., hasta alcanzar una altura llamada marea alta o pleamar, que no
vuelven a superar y en la que se mantienen por espacio de media hora aproximadamente.
Transcurrido este tiempo, comienza el descenso o reflujo de las aguas, cuya duración es
también 6 h. 12 m., y termina con un estado estacionario que dura asimismo una media hora,
en la cual las aguas tienen el nivel mínimo, por lo que se dice que están en baja marea o
bajamar. Después de esto, el nivel de las aguas sube de nuevo, y se repiten los hechos, según
se acaban de describir, unas dos veces por día.
La explicación de las mareas la dio inmediatamente Newton al anunciar su célebre ley
gravitatoria; pero el desarrollo integral de la explicación de las mareas se debe a LAGRANGE
y LAPLACE. Las
mareas son originadas por las atracciones de la Luna y del Sol sobre las
masas líquidas del planeta; pero como la Luna dista mucho menos de la Tierra que el Sol, su
acción, a pesar de su menor masa, es 2,5 veces mayor que la de este astro, ya que la
intensidad de las mareas es inversamente proporcional al cubo de la distancia que separa la
Tierra del astro que las ocasiona.
Suponiendo de momento que sobre nuestro planeta sólo influye la Luna, las aguas del
mismo, en conjunto, se dispondrán según un elipsoide de revolución, cuyo eje menor pasa
por el centro de la Luna. La capa exterior, libre de este esferoide, girando alrededor del eje
normal al paralelo celeste del satélite, dará una vuelta entera en 24 h. 48 m., o sea, el tiempo
que invierte el satélite entre dos pasos consecutivos por el meridiano del lugar. El fenómeno
se desenvuelve como si una inmensa ola fuera avanzando en el sentido retrógrado, o sea de
Oriente a Occidente, con su cresta en los meridianos celestes por los que pasa el satélite
instante tras instante. Por esta explicación se comprende cómo en un día lunar, o sea en 24 h.
48 m., se verifican en el mismo lugar del planeta dos mareas altas y dos mareas bajas,
espaciadas las unas de las otras en 6 h. 23 m.
El Sol produce mareas como la Luna, pero de mucha menor intensidad y espaciadas en 6 h.
Pero en los novilunios o conjunciones lunares y en los plenilunios u oposiciones lunares, al
sumarse el efecto de los dos astros, Sol y Luna, sobre las aguas se producen flujos y reflujos
más pronunciados que los comunes, los cuales dan lugar a las llamadas mareas vivas o
mareas de sicigias. Lo contrario sucede en los cuartos crecientes y menguantes de la Luna;
puesto que entonces, por ser opuestas las acciones del Sol y de la Luna, las mareas son
mucho menos intensas y se conocen con los nombres de mareas muertas o mareas de
cuadraturas.
Llámanse mareas extraordinarias las mareas de las sicigias cuando se verifican en las épocas
en que el Sol y la Luna pasan por sus respectivos perigeos. Estas mareas, que suelen
producirse en los primeros días de enero, determinan a veces una elevación de las aguas
sobre el nivel medio de más de 20 metros de altura, como sucede en la bahía de Fundy, en la
costa atlántica de los Estados Unidos.
Las mareas no suelen tener lugar en el mismo momento, que teóricamente correspondería a
cada parte de la Tierra, o sea teniendo sólo en cuenta el movimiento de los astros que las
originan, sino un poco más tarde del momento teórico. Este atraso puede ser general o
particular.
El atraso general de las mareas se refiere a las mareas vivas, que no se verifica el mismo día
de las sicigias, sino unas 36 horas después. Este atraso general se atribuye a la inercia de la
masa de agua, que no puede obedecer en un solo instante a la atracción de la Luna, y al roce
que sufren las olas.
El atraso particular afecta por lo tanto en una cantidad constante tanto al paso de la Luna por
el meridiano superior o inferior, pero es muy variable de uno a otros puertos. La causa de la
variación de este retraso se debe a la distinta configuración de las costas, a la abertura de la
bahía en la dirección del oleaje, a la presencia de corrientes marinas más o menos
considerables, etc.
LA LUNA Y EL SOL EN ACCIONES CONTRARIAS. Las acciones contrarias de la Luna y
del Sol, en cuadratura sobre los mares producen mareas muertas.