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ASTRONOMIA - La Luna
SAROS
Era el modo cómo los astrónomos antiguos preveían los eclipses por la relación existente
entre los movimientos del Sol y de la Luna, pues encontraron que esos dos astros, partiendo
en determinada fecha de un mismo nodo, volvían a encontrarse de nuevo en dicho nodo al
cabo de 6.585 días, lo que equivale a 18 años, 11 días, o sea, a 223 lunaciones. Ahora bien, los
caldeos comprobaron que dentro de este mismo período, llamado Saros, se verificaban 70
eclipses, de los cuales 41 eran de Sol y 29 de Luna.
Considerando dos períodos Saros consecutivos, resulta una correspondencia entre los 70
eclipses del primero con los 70 del segundo, y cada eclipse de uno de los períodos dista del
correspondiente eclipse del otro período, un período Saros. Por ejemplo, el eclipse total de
Luna verificado el 7 de enero de 1917, se repitió 18 años 11 días después, o sea el 18 de enero
de 1935, y su próxima verificación tendrá lugar el 29 de enero de 1953. Los eclipses de Sol del
28 de mayo de 1900 y del 30 de agosto de 1905 se repitieron para la Tierra el 8 de junio de
1918 y el 10 de septiembre de 1923, decimos para la Tierra, porque para un punto particular
de la misma existen diferencias provenientes de no ser los múltiplos completamente exactos;
puesto que las 223 lunaciones del período Saros comprenden 6.585 vueltas de la Tierra más
un tercio de vuelta aproximadamente; por lo que la sombra no cruza las mismas regiones de
la Tierra, sino que queda al Oeste: sólo al cabo de tres períodos Saros la sombra cae casi en el
mismo sitio.
La frecuencia de los eclipses es tal que en 223 lunaciones suele haber, por término medio, 70
de ellos, de los cuales comúnmente 29 son de Luna y 41 de Sol, y entre estos últimos 17
anulares y 10 totales. El número de eclipses dentro del año varía entre 2 y 7: si no hay más
que dos, como en 1926, son éstos de Sol, y en tales años no hay eclipses de Luna; si hay siete,
cinco son de Sol y dos de Luna. Todos los eclipses tienen lugar en dos épocas del año,
distantes entre sí 6 meses, que corresponden a las dos fechas en que el Sol en su movimiento
anual aparente se proyecta en el plano de la órbita lunar o pasa por sus nodos.
Aunque los eclipses de Luna son en sí menos frecuentes que los de Sol, es más probable
presenciar un eclipse de Luna que uno de Sol. La razón de ello es porque, cuando se eclipsa
la Luna, se eclipsa para cuantos la ven o se encuentran en el hemisferio terrestre que mira a la
misma; mientras que un eclipse de Sol es tan sólo visible a los que se encuentran dentro de la
faja recorrida por el cono de sombra; de manera que en tina región determinada sólo tienen
como promedio un eclipse total de Sol cada 360 años.
GRAN ERUPCION DURANTE UN ECLIPSE. El 29 de mayo de 1919 fue vista esta erupción
y fotografiada por Eddington desde Príncipe.
Los eclipses de Sol consisten en la interposición de la Luna entre el Sol y la Tierra, de suerte
que para nosotros quede oculto total o parcialmente el disco solar. Este eclipse sólo puede
efectuarse cuando la Luna se halla en conjunción, o sea en Luna nueva.