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ASTRONOMIA - Instrumentos astronómicos
TELESCOPIO REFRACTOR Y REFLECTOR
La ecuatorial descrita se llama también telescopio refractor, para distinguirlo del telescopio
reflector, en que el objetivo, en lugar de ser una lente que concentra los rayos luminosos por
refracción, es un espejo paraboloide que los concentra por reflexión: el ocular se parece al
telescopio refractor. La montura del telescopio reflector es variada, pero siempre de forma
que permita seguir automáticamente los astros por espacio de horas enteras.
ESQUEMA DE UNA ECUATORIAL MN, anteojo; PP, eje que sigue la dirección de la línea
de los polos; AA, círculo perpendicular al eje PP, que representa el ecuador celeste; PB,
círculo móvil en torno del eje PP y representa un círculo horario; S, contrapeso.
Los telescopios son los aparatos destinados, por excelencia, a explorar los más lejanos
confines del universo, puesto que permiten observar, en igualdad de circunstancias, objetos
tanto más lejanos, cuanto mayor abertura tenga su objetivo: de aquí el interés, por parte de
los astrónomos, en construir telescopios de grandes dimensiones. Muchos telescopios tienen
como complemento una cámara fotográfica, la cual ha permitido extender notablemente el
campo de acción de estos aparatos. La principal ventaja de la fotografía sobre la observación
directa consiste en el efecto cumulativo de la acción lumínica sobre la emulsión fotográfica
durante horas enteras de exposición, con lo cual logra registrar ondas lumínicas, cuya
intensidad sería demasiado débil para impresionar la retina. Además, la fotografía elimina el
efecto subjetivo individual y permite el archivo
de los datos de diversas épocas para
relacionarlos entre sí. Por esto, los mayores adelantos de la Astronomía han tenido lugar en
estos últimos años, con los grandes telescopios aplicados a la fotografía.
La única manera de comunicarnos con los astros es por medio de la luz. Ahora bien, la
cantidad de luz proveniente de un foco luminoso disminuye no sólo con el debilitamiento de
la luminosidad del mismo foco, sino también con el aumento de su distancia. Con esto puede
darse el caso que la distancia de muchas estrellas sea tan grande que la luz recibida de ellas
no llegue a impresionar nuestra retina. El hecho es que sólo pueden percibirse a simple vista
unas 6.000 estrellas.
Para llegar a divisar más estrellas tenemos los telescopios, los cuales por medio del objetivo,
modifican el camino de los rayos luminosos procedentes del astro, haciendo que se reúnan
en un punto llamado foco, donde forman una imagen del astro mucho más luminosa.
Supóngase que un grupo de personas dirige su mirada hacia Saturno. Para la visión de este
planeta sólo se aprovecha la pequeñísima cantidad de luz que penetra en la pupila de los ojos
de las personas del grupo; toda la restante se desperdicia. Por esto, ninguna alcanza a ver el
anillo y los detalles de la superficie del planeta. Pero supóngase que un gran colector de luz,
un telescopio colocado delante del grupo, reúne todos los rayos luminosos antes esparcidos.
La luz que primero se repartía entre todos los observadores o que se desperdiciaba, puede
llevarse a un solo ojo, que de esta suerte podrá ver lo que antes no veía. Así el gran telescopio
de Monte Wilson, cuyo objetivo reflector mide 2,54 metros de diámetro, recoge de cada
estrella una cantidad de luz 200.000 veces mayor que la recibida por el ojo en condiciones
ordinarias.