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ARTE - El Renacimiento
Entiéndese por Renacimiento el período histórico que une la Edad
Media con los tiempos
modernos. La palabra Renacimiento implica la idea de un arte que vuelve a nacer, lo cual no es
del todo exacto en la realidad de los hechos. Se trata más bien de una reacción contra el arte
medieval, religioso y austero, que va de acuerdo con el desarrollo político y social de los
pueblos de Europa. Las ciencias, la literatura, el arte, todo lo que significa el cultivo de la
inteligencia humana se había refugiado en los monasterios y era patrimonio exclusivo de la
Iglesia, en tanto que los señores feudales combatían unos contra otros en medio de la mayor
rudeza de costumbres. La cultura de los hombres del Renacimiento vuelve los ojos hacia la
antigüedad y desentierra los mármoles griegos y romanos en los campos, y los manuscritos
clásicos en las bibliotecas monásticas; aparece entonces un afán por crear un nuevo arte que, si
se inspira en el arte clásico, no deja de tomar elementos de la última manifestación ojival. El
estudio de la antigüedad, de la literatura clásica, de los filósofos paganos y la interpretación
que de ellos podía sacarse acerca del Cristianismo, constituye una modalidad especial, típica
del Renacimiento, que se llama Humanismo.
El humanista es un sabio que escribe en latín, que se vuelve el idioma de las personas cultas.
Analiza los fenómenos de su época desde un plano superior de cultura y suficiencia, y se
considera, con sus colegas, como un ser privilegiado, único capaz de interpretar correctamente
la ciencia y la literatura antiguas. Otro factor en el desarrollo del movimiento renacentista es el
lujo; los hombres de la Edad Media fueron, antes que nada, guerreros. El Renacimiento les
enseña que pueden vivir en medio de riquezas, adornando sus palacios con obras de arte y que
aun sus propias armas pueden revestirse de ornamentos, como si fueran joyeles o piezas de
orfebrería.
El Renacimiento había nacido en Italia, abarcando desde mediados del siglo XIV hasta fines del
siglo XVI. En otros países europeos el fenómeno comprende sólo el siglo XVI. Por razón
natural, Italia fue la cuna del Renacimiento. Las tradiciones clásicas no habían muerto del todo,
y fue el país de Europa que recibió con más encono la influencia del arte ojival, como puede
comprobarse por la escasez de monumentos góticos que hoy restan en él; en Italia se
encuentran las ruinas de los monumentos y las esculturas romanas y se forma, además, una
aristocracia de familias poderosas y de pequeños tiranos, que protegen a los artistas para
poseer cada uno las mejores obras que producen. Las ciudades organizan concursos para
adornar sus palacios y la cultura se difunde a través del pueblo; además, los predicadores
aprovechan el arte pictórico para enseñar los misterios sagrados.
Para la pintura surge un apogeo, pues toda la pintura medieval había sido realizada en la
técnica que conocemos con el nombre de al fresco, y en esta época, el descubrimiento de la
pintura al óleo permite, en la multiplicidad de los cuadros de caballete, transportar la pintura a
diversos sitios.
BENVENUTO CELLINI. Uno de los artífices más famosos del Renacimiento italiano, Cellini se
ocupó en cincelar joyas y utensilios que son hoy primorosas piezas de museo. Este salero,
ejecutado en oro, es una verdadera obra maestra.