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ARTE - La pintura griega
ATENAS
En un principio continúa el estilo de Dipilon avanzando rápidamente hacia la representación
figurada. Se decoran en pinturas murales las metopas, recuadros que quedan entre los triglifos
del friso dórico, y en esta pintura debe verse quizás el origen del posterior cuadro móvil, o de
caballete (pintura enmarcada). Un vaso notable de esta época, fabricado por el ceramista
Ergotimos y decorado por el pintor KLITIAS, es el llamado Vaso Franlois, descubierto en
Etruria. Allí la pintura es más rica que la ática primitiva, menos rígida que la corintia, pero no
tan vivaz como la jónica.
A mediados del período pisistrátido (siglo VI), que para la cerámica es la época de figuras
negras, llamada también del estilo sagrado o severo, Jonia cede su sitio a Atenas y ésta
sobrepasa ya todo otro centro artístico del mundo antiguo. El estilo ático se manifiesta entonces
más dinámico, pero siempre conserva su rigidez y su severidad característica del período.
Como los egipcios y como los mayas, usan un color convencional para la mujer y otro para el
hombre. Los pliegues de los ropajes, tal como ocurría en la escultura, dejan de ser en la pintura
de vasos lisos y se complican poco a poco. Se citan ya por su nombre algunos pintores: entre
ellos EXEQUIAS, NEARCHOS EL LIDIO, y EL ESCITA, que actuará en el siguiente período de
las figuras rojas. La pintura en mármol aplicada a la arquitectura, cobra una entonación más
clara y más variada, como así también los bajos relieves pintados.
CERAMICA ATENIENSE. A mediados del siglo VI, Atenas ocupa el centro artístico del
mundo antiguo. El pintor Exequias decoró esta ánfora funeraria.
Es el tiempo en que esta pintura de figuras negras se expande por todo el mundo antiguo, y en
que Etruria se convierte en un gran centro de importación de esta cerámica. Los frescos
etruscos, como veremos más adelante, documentan esta pintura, tan grande es la influencia
griega que registran. Muy poco después, surge POLIGNOTO, contemporáneo de Fidias, quien
fue para la pintura griega, ya en su momento pleno de madurez, lo que Fidias fue para la
escultura. No han llegado hasta nosotros testimonios de los frescos murales de este gran pintor,
a quien los críticos y escritores de la época señalan como el más grande artista de su tiempo, y
sólo podemos darnos idea de su obra a través de las pinturas de vasos, en las que los artesanos
reproducen y copian sus cuadros, y de algunos murales de dos a tres siglos después, que
reproducen su técnica. En él, las severas ecuaciones estáticas de los dorios parecen haber
cobrado vida, y a la vez la gracia y la naturalidad jonias se organizan en el más puro rigor
plástico. Sabemos que decoró un templo en Delfos y la pinacoteca de la Acrópolis en Atenas,
donde representó La Toma de Troya y La Batalla de Maratón en colaboración con MICON y
PANAINOS. Después vienen AGATARCO DE SAMOS, APOLODORO, célebre por SUS
cuadros de caballete y los nombres más conocidos de ZEUXIS y PARRASIOS, que entregaron
ya la pintura al naturalismo libre de los jonios.
PINTURA GRIEGA. Alexandros de Atenas el autor de este mural hallado en Herculano.
Representa a muchachas jugando con huesecillos a un juego todavía hoy popular.
El nombre más conocido de la pintura griega es el de APELES, cuya obra más famosa fue el
retrato de Afrodita Anadiomena, que decoraba el templo de Esculapio, y algunos retratos. Se
mencionan también los nombres de TIMORATO y PROTOGENES.
Aunque la decoración de los vasos no sea propiamente pintura, constituye el testimonio más
importante, como hemos visto, de la pintura griega, junto con los frescos etruscos y la pintura
pompeyana que estudiaremos más adelante. Aparte de que la decoración de vasos sigue
obedientemente las corrientes pictóricas de la época, es considerada labor noble, y los grandes
pintores se aplican a ella con temas originales, mientras los más modestos reproducen asuntos
famosos. De ahí que si se contempla el desarrollo de las decoraciones pintadas alrededor de los
vasos, aparecen, sobre todo en la época del apogeo, verdaderos cuadros con escenas
mitológicas y, más tarde, familiares.
La técnica de esta pintura es la siguiente: figuras negras sobre fondo rojo, como hemos visto, en
el siglo VI a. de J. C.; luego figuras rojas sobre fondo negro; y cerámica de fondo blanco. En
cuanto al desarrollo ornamental de la cerámica, pueden resumirse en él cuatro períodos en la
decoración de los vasos: en el primero, aparece una decoración vegetal, con temas de fauna
marina (estilo micénico) ; en el segundo, decoraciones geométricas, círculos aislados o
concéntricos, líneas paralelas, líneas rotas, etc. (estilo geométrico); el tercer período comprende
decoraciones con frisos de animales de influencia asiática (pintura corintia); y el cuarto período,
escenas mitológicas y, finalmente, escenas familiares (cerámica avanzada, tiempos clásicos).