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ARQUITECTURA Y URBANISMO - Urbanismo
ESTADO ACTUAL DE LA PLANIFICACION
Actividad específicamente contemporánea, el Urbanismo cuenta hoy, entre muchos, con cuatro
nombres señeros: el autor de La cultura de las ciudades, Lewis Munford; el de La Villa Radieuse, Le
Corbusier; el conductor actual de la reforma de Londres, Patricio Abercrombie, y el docente alemán
de la Universidad americana de Harvard Walter Gropius.
La síntesis de la planificación, en los últimos años, puede referirse, a la vez, a las etapas siguientes:
La primera, volcada preferentemente a la determinación de zonas para las distintas actividades
urbanas (zoning). La segunda, caracterizada por las grandes edificaciones sociales de la república
alemana llevadas a cabo entre 1924 y 1932, y de la administración socialista de Viena. La tercera,
surgida en América del Norte, inspirada por la ciudad jardín. La cuarta, que concibe, con un
sentido procedente de la Astronomía, la organización de la gran ciudad (planeta), rodeada de villas
cuya existencia y progreso se debe a la primera (satélites). Y la quinta, 9riginada en Inglaterra, en
cuyo gobierno figura un ministerio dedicado a esta preocupación político-social, y cuyo concepto
surge de su propia denominación de planeamiento urbano y rural. Es decir, extiende la
preocupación por mejor servir a la vida de los hombres, aplicando sus previsiones a la ciudad y la
campaña, considerada en sus diversas regiones (regionalismo). Significativo resulta a este respecto
señalar que el paso del Londres actual a la magna Londres (Greater London), proyectado por el
"London County Council Plan", prevé, para lograr una conveniente densidad de población, evacuar
de la vieja capital 1.000.000 de personas que se distribuirán en el futuro conjunto. Este, por otra
parte, contará con la zona edificada interior (condado de Londres), el anillo suburbano, el cinturón
verde y la campaña exterior (que alojará poblaciones satélites).
Llegados a este punto, nos asalta la preocupación de si será dado a las presentes generaciones gozar
las obras que proyecta actualmente el Urbanismo. Pero nos confortan al instante las palabras con
que el ilustre escritor belga Mauricio Maeterlinck cierra su libro sobre la vida de las abejas.
Las abejas ignoran si se comerán la miel que recogen. Nosotros ignoramos igualmente quién se
aprovechará de la potencia espiritual que introducimos en el universo. Del mismo modo que las
abejas van de flor en flor recogiendo más miel de la que necesitan para ellas y sus hijos, busquemos
también, en realidad, todo lo que pueda alimentar esa llama incomprensible, a fin de hallarnos
dispuestos a todo acontecimiento con la seguridad del deber orgánico cumplido. Alimentémosla
con nuestros sentimientos, con nuestras pasiones, con todo lo que se ve, se siente, se oye y se toca, y
con su propia esencia, que es la idea que saca de los descubrimientos, de las experiencias y de las
observaciones que trae de todo lo que visita. Llega entonces un momento en que todo se convierte
tan naturalmente en bien para un espíritu que se sometió a la buena voluntad del deber realmente
humano, que la sospecha misma de que los esfuerzos que realiza quizá no tienen objeto, hace aun
más claro, más puro, más desinteresado, más penetrante y más noble el ardor de sus
investigaciones.