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ARQUITECTURA Y URBANISMO - Técnicas constructivas
Tanto porque las técnicas hacen posible la construcción cuanto porque de ellas, en las arquitecturas
sinceras, proceden los valores decorativos, conviene echar un vistazo a esta parte espinosa.
Atentas las siluetas de la obra erigida, dicha erección responde corrientemente al perfil aplomado, a
tranquil; pero puede responder a otros dos perfiles, a saber: la solución en talud, llamada a escarpa,
cuyo caso extremo representan las pirámides egipcias y mexicanas; y aquella tercera, a desplome,
originada en fábricas que según se elevan abandonan la vertical, tal la conocida torre de Pisa; o que,
con regularidad creciente, aumentan sus dimensiones horizontales como ocurre con las torres de
Sillustani, cerca del lago Titicaca.
En relación con este tema, la importancia mayor de la cuestión no radica tanto en la naturaleza de
las siluetas que ostentan los edificios, sean éstas comunes o excepcionales, cuanto en las distintas
soluciones de equilibrio estable adoptadas para erigirlos.
Muros, pilares o columnas, y dinteles o platabandas, con su lógica consecuencia: los techos planos a
terraza. Arcos diversos, entre otros, en semicircunferencia (medio punto); o ligeramente aplastados
(carpanel); o de mayor alto que la semiluz (peraltados); y quebrados en flecha (ojiva) descansando
sobre elementos verticales (pies derechos) acrecidos en los contrafuertes. Bóvedas que responden a
los tres primeros perfiles anteriores: corridas (medio cañón); o que, siendo del mismo perfil, al
cruzarse chocan, marcando sus líneas de encuentro en saliente (por arista) o entrante (en rincón de
claustro); o que, siendo de distintas dimensiones, penetran las menores en las mayores, originando
lunetos. Bóvedas excepcionales, esféricas (cópulas), descansando directamente sobre el muro de un
cilindro hueco; o que afirmándose sobre una planta cuadrada lo hacen con interposición de un
órgano típico (pechina); plena ésta (en triángulo esférico) como se advierte corrientemente en los
templos cristianos o huecas en cambio, como un medio cartucho (en trompa), como ge usada por
países del Asia. Tales son los principales elementos que integrando una construcción imponen con
su asociación y reacciones el equilibrio de la misma.
Frente al señalado cuadro general de elementos conjugados y reducida la cuestión de las técnicas a
lo esencial, los sistemas de construcción son tres:
1 El clásico, por juego doble, trilítico (también llamado a platabanda), o bovedista. 2 El gótico, que
sirve distintas alternativas de evolución. 3 El moderno (contemporáneo en realidad), que emplea el
hierro en esqueletos resistentes de columnas y vigas conjugadas (como en el trilito antiguo se
asentaban los dinteles sobre los pilares); y especialmente por la etapa final del hormigón armado. Y
en todas ellas los materiales son requeridos, según sus particulares propiedades, en esfuerzos
físicos llamados de resistencia a la compresión, a la tracción, a la flexión y al corte.
En el caso primero, ellos aceptan y transmiten al suelo firme, con su propio peso, el peso de las
cargas que reciben; en el segundo, tenaces contra los efectos de estiramiento, ellos retienen desde
puntos fijos los efectos de carga; en el tercero, ellos oponen su resistencia a las fuerzas que entre
apoyos firmes gravitan atentando contra su rigidez; y en el cuarto, ellos resisten, desde el lugar en
que por empotramiento se hacen fuertes, los esfuerzos que tienden a seccionarlos.