ARQUITECTURA Y URBANISMO - La ruta de Occidente
A la vez que sobre los pueblos de Oriente, influyeron las concepciones arquitectónicas de los países
fuentes en dirección a Occidente. Terrestre y marítima (navegación por el mar Mediterráneo), esta
doble ruta anota la floración de tres valores semitas: Hetea, Judea y Fenicia; y luego, sucesivamente,
las de Grecia y Roma, arias ambas, prominente la primera, prepotente la segunda.
HETEA
Este país montañoso, enclavado entre el macizo de Armenia y las cadenas del Tauro, que recorren
el Asia Menor, cuyos hombres belicosos avanzaron hacia el Sur, en tierras de Siria, donde lucharon
frecuentemente con los egipcios, inicia su actividad artística hacia el año 2000 a. de C. Edifica
palacios, o templos-palacios, dispuestos en formas similares a las que seguirán posteriormente los
asirios; en ellas aparece, todavía en embrión, la forma de planta que originará más adelante la del
templo griego.
JUDEA
Situada en el valle del río Jordán, entre las cadenas del Líbano, que producen magníficos cedros;
poblada por los hebreos que procedían de Caldea y que en su vagar por tierras distintas conocieron
Egipto, ge, éste, país de un solo Dios, en medio del politeísmo de los paganos. A Dios (Jehová)
levantaron en Jerusalén cerca del año 1000 a. de C. un templo, a la vez que un palacio para sus
reyes. El nombre del rey Salomón se vincula, en las referencias bíblicas, a esta obra, por otra parte
realizada por fenicios. La colina de Sión, en la que fuera erigido el templo, cobra en la historia de
este país la trascendencia que en Atenas tiene, aun hoy, la Acrópolis.
FENICIA
El país vecino de Judea, sobre el mar Mediterráneo, cuya costa ocupara parcialmente a partir del
siglo XIV a. de C., se llamó Fenicia. Creador del alfabeto y de la moneda, ge un país de industriales,
comerciantes y marinos que aplicaron a la construcción, por primera vez, las máquinas simples que
empleaban por lo común para la carga y descarga de sus barcos. Así, tintoreros de la púrpura,
conocedores del vidrio, fundidores del bronce y utilizadores del mortero, se han hecho famosos por
haber empleado en algunas obras las piedras más descomunales que jamás se hayan usado.
Ejemplo de ello nos lo ofrecen en Baalbek (Siria actual) algunos bloques cuyo peso está calculado en
1.000 toneladas.
Sidón y Tiro, hoy totalmente desaparecidas, fueron sus más notables ciudades; y Cartago, en las
costas de 'Túnez, su más floreciente colonia, patria del guerrero Aníbal y enemiga de Roma, que la
destruyó después de la tercera guerra púnica.
