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ARQUITECTURA Y URBANISMO - Arquitecturas de América
ARQUITECTURA POSCOLOMBINA
Clasificable por razones de procedencia en valores de origen hispano los más, lusitano los
correspondientes a Brasil y de raíz anglosajona los del este de Estados Unidos, el primer conjunto
constituye lo esencial.
Trasuntando la arquitectura hispanoamericana sentimientos y necesidades típicas de su época y
lugar, sus construcciones importantes son en lo religioso, templos y conventos; en lo civil,
ayuntamientos y palacios; y en lo militar, fortificaciones.
Reflejo de la obra artística peninsular en los siglos XVI, XVII y XVIII, ellas certifican, a veces
atenuadas por la distancia, a veces contagiadas por el gusto del nuevo medio, la maestría de la
arquitectura original.
Actividad de laicos en lo corriente, tarea a cargo de legos en algunas órdenes religiosas, la
Arquitectura se desenvolverá entre la modestia de las producciones misioneras de California y las
del Río de la Plata, hasta los ricos edificios erigidos principalmente en México, Cuzco y Quito; como
también en Lima, La Paz y Potosí.
El predicamento de que gozaron en el continente franciscanos, dominicos, jesuitas y mercedarios
explica el nombre repetido de sus santos patronos, honrados con templos en muchas ciudades; y la
construcción de conventos para alojar a los miembros de las respectivas órdenes. La arquitectura
española en los siglos señalados, mudéjar isabelina, renacentista (plateresca, grecorromana y
herreriana) y finalmente barroca, ha de repetirse en las soluciones americanas, que se levantan, no
obstante, por influjo del ambiente con vigor localista.
Con el fin de brindar algunas citas sobre capítulo tan dilatado de arte, señalamos a continuación
algunos ejemplos importantes.
SANTO DOMINGO. —
En su capital, la ciudad más antigua de América, hoy Ciudad Trujillo, se
conservan el alcázar de don Diego Colón (Casa del Almirante); la Torre del Homenaje, de aspecto
militar, y la catedral, del siglo XVI.
PUERTO RICO. —
Recuerdo de las luchas contra los piratas, su capital, San Juan, tiene una
defensa, San Felipe del Morro.
CUBA. — La catedral de la Habana, es obra barroca dotada de una noble fachada.
MEXICO. — Su capital cuenta con una hermosa catedral de tres naves amplias, grecorromana; con
el Sagrario, vecino a la misma, barroco, como también, de este
último estilo, con la Santísima
Trinidad y Santo Domingo. Puebla tiene una bella catedral grecorromana y Guadalajara, en estilo
barroco fuertemente americano, la iglesia de Santa Mónica. Rica es, además, la ciudad de México en
arquitectura pública y privada.
GUATEMALA. — Entre las ruinas de Guatemala la antigua, ciudad destruida por un terremoto del
año 1773, se destaca, enhiesta, la hermosa iglesia de la Merced, con tres naves y cúpula central.
PERU. —
En la histórica ciudad del Cuzco, alternando con la gran obra incásica o afirmándose
sobre sus sillares, aparecen la antigua catedral y, en su proximidad la iglesia del Triunfo y, además,
las de San Francisco, la Merced y la Compañía, obra
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jesuita esta última, la más hermosa de la
ciudad. Lima, cuna de Santa Rosa, contiene el noble y bello palacio de Torre-Tagle; y en lo
eclesiástico, la catedral, la Merced y los templos y conventos de franciscanos y dominicos.
ECUADOR. — Quito, su capital, cuenta con los conventos e iglesias de mercedarios, franciscanos y
dominicos, con la catedral y con la muy notable Compañía, una de las obras jesuíticas mejor
logradas del continente, seguidora en su traza de los templos romanos de la Orden.
BOLIVIA. — Bellas iglesias dedicadas al santo de Asís ofrecen las ciudades de La Paz y Potosí. Y
entre otra suerte de fábricas, esta última cuenta con su histórica Casa de Moneda, cuya restauración
proyectaron los arquitectos Juan Giuria y Mario O. Buschiazzo, uruguayo y argentino,
respectivamente.
ARGENTINA. — En tierras de este país, de Brasil y de Paraguay, las Misiones, obra de reducción
indígena realizada por la Compañía de Jesús, han dejado su testimonio constructivo en distintos
asientos. Entre ellos tienen interés los de San Miguel (Brasil), Trinidad (Paraguay) y San Ignacio
Miní (Argentina), éste actualmente en restauración. Edificaciones jesuíticas son, además de lo
dicho, la Catedral y la Compañía en la ciudad de Córdoba; y las iglesias de Alta Gracia, Jesús María
y Santa Catalina en la provincia homónima.
OTRAS REFERENCIAS. —
Bogotá, Caracas, Santiago de Chile y Montevideo cuentan con bellas
catedrales, reconstruidas las dos primeras; y la puerta de la Ciudadela, un noble recuerdo, hoy
trasladada, Montevideo.
Influida por la obra portuguesa, se desenvolvió la arquitectura de las ciudades brasileñas de Bahía
y Pernambuco. En Ouro Preto, en cambio, con tendencia localista se desarrolló una arquitectura
servida por el escultor Antonio Francisco Lisboa, una gloria del arte americano, más conocido como
el Aleijadinho (1730-1814). Mientras tanto, las colonias inglesas del Atlántico, núcleo histórico de
los Estados Unidos, con empleo abundante de madera y ladrillos produjeron una suerte de
arquitectura colonial inglesa con mucho de estilo georgiano y vestigios de elementos franceses y
holandeses.
A ese período corresponde el Ayuntamiento de Filadelfia y las iglesias de Cristo en ésta y de San
Pablo en Nueva York.
En su período independiente levantaron en la capital, Washington, trazada ex profeso para asiento
del gobierno federal, el notable palacio legislativo, llamado el Capitolio, cuya cúpula, de 41 metros
de diámetro, alcanza 93 metros de altura. Realizado entre 1850 y 1873, ge obra de Tomás Walter.
En el siglo que corre, los arquitectos, de América han creado, a partir de 1920 y por iniciativa de
don Alfredo Campos, uruguayo, un lazo que los vincula. Trátase de la institución permanente de
los Congresos panamericanos de arquitectos que llevan celebradas ya seis reuniones: la de
Montevideo en 1920, seguida por las de Santiago de Chile, Buenos Aires, Río de Janeiro,
nuevamente Montevideo y Lima. La Habana es el asiento señalado para el próximo congreso.
Frente a la señalada actividad de la Arquitectura merece destacarse la de los municipios en
América, que celebran congresos para propender a un mejor conocimiento de sus necesidades y
para hallar, dentro de las enseñanzas del Urbanismo, convenientes soluciones a las mismas, como
también para resolver cuanto se refiere a la conservación del acervo artístico y a la investigación y
difusión en la historia de las ciudades.
Así, con motivo del IX cincuentenario del descubrimiento de América, la Habana ge asiento del
Primer Congreso Histórico Municipal Interamericano (octubre de 1942).
Creado allí el Instituto de Historia Municipal e Institucional, de carácter permanente, tres
Congresos siguieron al de la Habana, realizados en Nueva Orleáns, San Juan de Puerto Rico y
Buenos Aires.