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ARQUEOLOGIA - La Edad del Bronce en las regiones del Mediterráneo
ARQUITECTURA PRIMITIVA GRIEGA
Esta misma evolución estilística ocurre, y puede notarse fácilmente, en lo referente a la
arquitectura. En las acrópolis de Dimini y Sesclo (Tesalia) las casas neolíticas están compuestas
de una gran habitación rectangular, a la que acompañan, en sus extremos, por un lado el
pórtico y por el otro el dormitorio. Este tipo de construcciones (que también aparece en los
primeros períodos de Troya y en Tirinto) ha sido denominado el megaron. Tal tipo de vivienda
rectangular suele alternarse —en Beocia y otras regiones— con otro tipo circular, igualmente
primitivo. El primero proviene de la cultura minoica; el segundo, de la indogermana. Su
confluencia en la Grecia primitiva es sumamente interesante, pero ha sido estudiada, hasta el
presente, en forma poco definitiva.
Con la entrada en Grecia continental de la cultura micénica, aparecen los grandes palacios
(tales como los de Mi-cenas y Tirinto). Estos palacios debieron de estar suntuosamente
ornamentados, así como las acrópolis. Restos de una estupenda decoración mural se advierten
en Tirinto, Orcomenos y Micenas. Sus arquitectos, si bien partiendo de la idea del megaron,
llegan a concepciones arquitecturales muy amplias, como en el palacio de Tirinto, bajo cuyas
grandes ruinas rectangulares se hallaron los restos de un fuerte circular. Todos estos palacios
tuvieron fortificaciones poderosas, lo que les daba un pronunciado carácter militar. En cuanto
a las construcciones funerarias, éstas adquirieron cúpulas, como la muy famosa del "tesoro de
Atreo" al pie de la acrópolis de Mi-cenas. Estas construcciones sustituyen a las tumbas de pozo
primitivas. Algunos arqueólogos entienden que tales sepulcros de cúpula son reproducciones
idealizadas de las primitivas casas circulares de la cultura indo-germánica. Muchos de ellos
fueron decorados interiormente con gran magnificencia. Por lo general se trataba de tumbas de
reyes, como la de Argos, Menidi, Dimini, Pylos de Orcomenos y, especialmente, las siete de
Micenas. Otras tumbas más pequeñas y sencillas —meras cámaras funerarias rectangulares,
talladas en la roca— eran destinadas a cementerio de las gentes del pueblo. Los casos más
típicos están dados por las que hallamos en Micenas, Atenas, Esparta, Volo, Nauplia y
Antikira. Es evidente que tales tumbas populares provienen de la cultura cretense insular, a
través de su paso por las islas del mar Egeo. En efecto, hallazgos similares en Rodas, Melos y
otras islas, así lo prueban.
TUMBA EN MICENAS. El diseño muestra el Básico tipo de tumba con cúpula, de acuerdo con
un hallazgo efectuado en Micenas. Tal tumba tiene su entrada provista de un vasto corredor,
que se prolonga hacia la derecha. Según Déchelette.
Todo esto ha permitido establecer una cronología relativa para los tres grandes períodos de la
Edad micénica del Bronce, de la Grecia continental. El primero, denominado micénico
primitivo, transcurre entre los años 1700 a 1500 a. de J. C. (al mismo tiempo que el tercer
subperíodo del minoico medio y el primero del minoico último). Desde el punto de vista
arqueológico es contemporáneo de los megaron primitivos y de las tumbas
en pozo. El
segundo, al que se designa como micénico medio, transcurre en el siglo comprendido entre el
1500 y el 1400 a. de J. C. (es decir, es contemporáneo del segundo subperíodo del minoico
último). Arqueológicamente está denunciada su presencia por la aparición de los grandes
palacios y de las primeras escrituras de cúpula. El tercero, que recibe el nombre de micénico
último, equivale al lapso entre el 1400 y el 1250 a. de T. C. (lo que es igual al tercer subperíodo
del minoico último). Para la Arqueología, corresponde a la época de los sepulcros de cúpula
moderna y de las cámaras sepulcrales simplemente abiertas en la roca.
MASCARA DE ORO DE MICENAS. Micenas muestra una de las etapas más primitivas de la
cultura griega. Esta famosa máscara fue hallada en las tumbas en pozo, típicas de aquel gran
yacimiento. Schliemann, el arqueólogo millonario, fue quien investigó aquellas ruinas,
siguiendo los relatos homéricos. La máscara muestra un trabajo muy rudimentario, acorde con
otras manifestaciones culturales del lugar.