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ANATOMIA Y FISIOLOGIA - La vista
ANEXOS DEL SISTEMA OPTICO DEL OJO. a) Movimientos oculares. El globo ocular ejecuta
movimientos de rotación dentro de la cavidad orbitaria en la que se aloja, gracias a la acción
combinada de 6 músculos gobernados por la voluntad. Estos músculos se insertan en la pared
de la órbita y en el ojo, y sus movimientos están coordinados entre sí y con los músculos del
otro ojo, por el sistema nervioso.
La visión binocular, o sea el hecho de que observando un objeto con los dos ojos se vea simple
y no doble, se debe al juego combinado de la musculatura de ambos ojos, que los desvían
hasta que las imágenes se forman en puntos simétricos de ambas retinas. Por eso, desviando el
eje de uno de los ojos por presión ejercida con el dedo sobre el globo ocular, la imagen del
objeto aparecerá doble. La visión binocular es importante ya que por ella se aprecia el relieve y
la profundidad de los objetos. 
b) Protección y nutrición del ojo. Por delante de los ojos se hallan los párpados, formados por
una lámina cartilaginosa recubierta adelante por la piel y atrás por la conjuntiva. En su espesor
y rodeándolos hay un músculo circular que al contraerse cierra los párpados. En el párpado
superior se inserta un músculo que lo levanta, el elevador. El cierre de los párpados se puede
realizar por acción de la voluntad o en forma refleja ante estímulos diversos como la luz
intensa, el contacto de cuerpos extraños con el ojo, o durante el sueño. El parpadeo habitual se
realiza para humedecer con lágrimas a la córnea, y su estímulo es la desecación de la superficie
de ésta.
Las lágrimas son el producto de secreción de las glándulas lagrimales situadas en el espesor
del párpado superior. Son un líquido acuoso que contiene sal, bicarbonato y algo de albúmina.
Su papel es humedecer la parte expuesta del ojo, córnea y conjuntiva, y barrer los gérmenes
que se depositen en ellas. Dos pequeños orificios situados cerca de la comisura interna de los
párpados les dan salida hacia un conducto único que desemboca en la nariz.
Las arterias que nutren el globo ocular son: la central de la retina, que llega junto con el nervio
óptico y es visible en el ser vivo iluminando el interior del ojo con medios adecuados, y,
además, varias otras derivadas de la oftálmica, que se reparten entre la esclerótica y la retina.