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ANATOMIA Y FISIOLOGIA - La sangre
GLOBULOS BLANCOS O LEUCOCITOS
Los glóbulos blancos, así llamados por no poseer sustancias colorantes, cumplen un papel
fundamental en la defensa del organismo contra las agresiones de microbios.
a) Descripción. De acuerdo con su forma, se distinguen 5 tipos diferentes. Los granulocitos o
polimorfonucleares que se subdividen en 3 variedades, según el tipo de los gránulos de su
protoplasma, y que se reconocen por el núcleo irregular y su gran movilidad, siendo algo
mayores que un glóbulo rojo; los monocitos son los más grandes, móviles, de núcleo único; y
los linfocitos, del tamaño de un glóbulo rojo, también con núcleo único.
El número de leucocitos, por milímetro cúbico de sangre, es de 5.000 a 10.000; se los cuenta por
un procedimiento semejante al utilizado con los glóbulos rojos. La abundancia de cada
variedad es: 
Granulocitos neutrófilos: 65%
Eosinófilos:  2%
Basófilos:  0,5%
Linfocitos:   27,5%
Monocitos:   5%
b) ORIGEN Y FIN. Los granulocitos nacen en la medula ósea junto con los eritrocitos; los
linfocitos en los ganglios linfáticos, y los monocitos en células diseminadas en varios tejidos
(sistema retículo endotelial); es decir, que por su lugar de origen se diferencian las variedades.
Su vida aproximada es de 8 días, y mueren al abandonar la sangre y pasar al tubo digestivo, la
piel, etc.
c)
PROPIEDADES.
La más notable de
las propiedades de los leucocitos es la
fagocitosis,
estudiada por Metchnikoff en 1883. Así se llama a la propiedad de emitir prolongaciones del
protoplasma para englobar partículas que una vez dentro de la célula, son digeridas. 
Por esta propiedad son
útiles como agentes defensivos del organismo al hacer desaparecer
gérmenes o partículas extrañas. Los polinucleares fagocitan sobre todo bacterias, y los
monocitos glóbulos rojos y células alterados.
Para fagocitar gérmenes o partículas, atraviesan casi siempre las paredes de los capilares,
fenómeno llamado diapédesis y avanzan entre las células de los tejidos hasta ingerir el cuerpo
extraño. Luego, o bien regresan a la sangre por igual mecanismo que el de salida, o llegan al
exterior, donde son expulsados por la piel o paredes mucosas (digestivas, respiratorias).