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ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Gestación
MODIFICACIONES FISIOLOGICAS MATERNAS
Desde la fecundación, y acentuándose a medida que progresa el embarazo, van apareciendo
modificaciones en los órganos genitales y también fuera de ellos.
A) MODIFICACIONES GENITALES. Todo el aparato sexual fememino sufre modificaciones a
medida que progresa el embarazo: la vagina, las trompas, las mamas, pero donde adquieren
un carácter de particular intensidad es en el útero.
a) Uterinas. Durante la gravidez en la mujer el útero crece tanto que su peso, de 50 g al
comienzo del embarazo, alcanza, al final, 1.000 g sin su contenido, y su capacidad interior
aumenta en igual período de sus 2 a 5 cm3 hasta 5.000 ó 7.000 cm3. Este cambio extraordinario
se debe en primer lugar al desarrollo de la capa muscular, cuyas fibras aumentan en largo
unas 10 veces y también en número, y accesoriamente al endometrio que aumenta de espesor
y vascularización.
b) Placenta. En la parte del endometrio donde anida el huevo se producen modificaciones muy
especiales que llevan a la constitución de un órgano perfectamente individualizado, la
placenta. En la mujer la placenta está situada en la cara interna de la pared del útero, tiene la
forma de una torta y su tamaño, al fin del embarazo, es de unos 20 cm de largo por 2 cm de
ancho y su peso de 500 gramos. De sus dos caras, una se apoya sobre la pared del útero y la
otra mira al feto; de esta última parte el cordón umbilical, con una longitud aproximada de 50
a 60 cm de largo y un espesor de 1 a 2 cm, que es el encargado, por venas y arterias que corren
por su interior, de llevar y traer sangre al feto.
La placenta, órgano intermediario entre la madre y el hijo, es la encargada de realizar los
intercambios de nutrición y respiratorios entre ambos, y en su constitución intervienen partes
maternas y fetales. El huevo, desde que se implanta en el endometrio, emite un sinnúmero de
vellosidades en forma de dedo de guante, que penetran en los anchos lagos sanguíneos que
forman los vasos maternos y flotan en ellos. En el interior de esas vellosidades se desarrollan,
poco a poco, arterias y venas que se comunican con las fetales, de tal manera que la sangre de
la madre y la del hijo, aunque vecinas al nivel de las vellosidades, se hallan separadas por la
pared de las mismas como por un filtro, y nunca se comunican directamente. La disposición
señalada corresponde a la mujer, pues en otras especies animales es distinta.
A través de la pared de las vellosidades pasan, de la madre al hijo, el agua y las sales disueltas,
oxígeno, vitaminas, hormonas, etc., y vuelven en sentido contrario los residuos fetales. La
pared sirve para interceptar el paso a microbios y partículas de cierto tamaño, y desempeña así
un papel de protección.
La placenta es también un importante órgano de secreción interna; sobre este papel se insistirá
más adelante.
B) MODIFICACIONES EXTRAGENITALES. El organismo materno presenta numerosas
modificaciones como consecuencia del embarazo, las que alcanzan a casi todas sus funciones.
Su mención detallada llevaría mucho espacio.
En la piel aparecen manchas, las que se acentúan al nivel de los pezones y en la cara, donde en
algunas mujeres constituyen la llamada máscara del embarazo.
Además aumenta la retención de muchas sustancias que deben ser utilizadas para la nutrición
del feto, como las proteínas, el calcio, el fósforo, el hierro, el yodo, etc. El agua es retenida en
gran cantidad y es uno de los factores de aumento del volumen sanguíneo.
Las combustiones son mayores en los últimos meses del embarazo por la suma de las fetales a
las maternas, aumentando así el desprendimiento de calor por la superficie de la madre.