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AGRICULTURA - Cultivos especiales
TABACO
Es sin duda el tabaco una planta de gran interés económico, pues el consumo de sus hojas
para fumar de muy variado modo, no sólo da lugar a un extenso comercio internacional, sino
que proporciona trabajo a muchos hombres y mujeres debido a sus procesos de
cultivo,
beneficio o secamiento, manipulación, selección y manufactura de cigarros retorcidos,
cigarrillos, picadura, etcétera.
Los principales países productores de América son: Estados Unidos, Brasil, Cuba, Jamaica y
Puerto Rico.
CLIMA. El tabaco se da en diversos climas, pero prefiere las zonas tropicales y subtropicales.
La calidad del producto desde el punto de vista de su aroma, elasticidad y combustión
depende de muchos factores combinados, generalmente ambientales, de modo que en dicha
calidad influye más la zona en que se cultiva que las condiciones o características de
determinada variedad.
SUELO.
Esta solanácea que alcanza un tamaño de 80 a 160 centímetros, de hojas anchas y
suaves, requiere terrenos sueltos, arcilloarenosos o francamente arenosos con materia
orgánica de fácil aeración.
SIEMBRA. Se siembra en los comienzos del invierno.
Para realizar su plantación, llamada en muchos países "vega", es necesario hacer previamente
el semillero. Para ello, se prepara el terreno en lugar donde no sea posible encharcamiento,
rompiendo la tierra con suficiente anticipación. Se liga con abono de establo que haya pasado
su total fermentación, para que la tierra quede bien suelta, y se levantan canteros, a una
cuarta o más sobre el nivel del suelo. La semilla se echa cuidadosamente, de modo que quede
espaciada. Como es muy pequeña suele mezclarse con harina o arena muy fina. Es buena
práctica dividir el cantero en surquitos a 10 centímetros más o menos de separación unos de
otros, echando en ella espaciadamente la semilla. Después se tapa con virutas, hojas de palma
u otro material apropiado, hasta que tenga 4 ó 5 días de germinación, en que no le dañan los
efectos del sol. Es necesario regar el semillero a diario durante los 8 ó 10 primeros días y
después alternadamente. Las posturas podrán trasplantarse a los 25 ó 30 días.
TRASPLANTE.
La tierra a que ha de trasplantarse el tabaco necesita estar bien preparada,
hecha polvo. Como esta planta es exigente en materia orgánica y en fertilizantes en general, es
muy conveniente aplicarle abono de establo a razón de una tonelada por hectárea, cuando se
hagan las últimas labores de preparación de la tierra, especialmente los pasos de gradas.
Al ser trasplantada la postura, se hará una aplicación de fertilizante. El elemento de mayor
importancia para el tabaco es la potasa, por lo cual, la fórmula de abono que se aplique debe
depender de la disponibilidad que la planta tenga en el terreno. El fósforo tiene sólo una
relativa importancia, y el nitrógeno ha de ser discretamente empleado, pues cantidades
relativamente excesivas producen un desarrollo exagerado, que influye grandemente en la
calidad de la hoja. La distancia de siembra es por lo general de 80 centímetros de surco a
surco y 40 de planta a planta.
LABORES CULTURALES. Debe dársele
la primera aporcadura tan pronto las posturas
alcancen una cuarta de alto, manteniendo el campo libre de hierbas durante el período del
cultivo.
COSECHA. A los 90 días más o menos se puede comenzar el corte de la hoja.
La recolección se hace en algunos países cortando las hojas y colocándolas unidas por un hilo,
en parejas, sobre un "cuje" o listón, el cual luego se acomoda, con su carga de hojas, en la casa
de curar el tabaco, que es un local fresco, generalmente de techo de palma, con numerosas
ventanas estratégicamente abiertas para facilitar el aireamiento necesario, de acuerdo con la
experiencia en los procesos de curación o secado. De este proceso, y del calor y la humedad
del ambiente depende en gran parte la elasticidad y aroma de la hoja.
En muchos países en que la preocupación económica es más de volumen que de calidad, el
secamiento del tabaco se realiza artificialmente, por medio del calor, en hornos eléctricos o
corrientes de vapor. Este proceso, donde el tabaco no puede conservar sus jugos, se
complementa con una operación de embetunado, que proporciona al tabaco aromas también
artificiales.
CULTIVO DE TABACO BAJO TOLDO
El tabaco exige cuidados muy particulares; las especies finas se cultivan bajo toldos, según
muestra el grabado, para evitar, en lugares como Cuba, los efectos del sol tropical sobre las
hojas.