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AERONAUTICA - Introducción histórica
PRIMEROS GLOBOS
Haciendo experimentos con una fuente de energía diferente, para vencer a la gravedad, los
hermanos Montgolfier construyeron el primer globo que transportara al hombre, y ese aparato
se elevó con buen éxito en 1783. Habiendo observado que las abultadas faldas femeninas se
levantaban cerca de la chimenea, los Montgolfier pensaron que, encerrando el humo en unas
bolsas, se podría transportar al hombre a través del aire. Después de efectuar experimentos
con cucuruchos de papel llenos de humo, a modo de juego de salón, empezaron a trabajar en
su primer globo con ese principio. Sujetaron el globo sobre un foso donde se encendía fuego y
el humo
proporcionaba la cantidad inicial de aire caliente necesario para que se elevase el
globo. Además, le aplicaron una especie de hornilla en la plataforma para quemar
combustible durante el vuelo. Cuando el combustible se extinguía, el globo bajaba lentamente.
Como era lógico, el día de la primera demostración, que presenciaron Luis XVI y María
Antonieta, fue de gran expectativa popular. El globo se elevó llevando un cordero, un chivo y
un gallo como pasajeros, y alcanzó una altura de 100 metros antes de regresar a salvo a tierra.
Cuando estaban preparados para efectuar el primer vuelo con pasajeros humanos, los
hermanos Montgolfier invitaron corno tal al rey de Francia; pero éste declinó cortésmente la
invitación ofreciendo en cambio a dos reos de pena de muerte. El cronista de la corte,
comprendiendo la importancia del suceso, demostró su fe en el éxito de la hazaña
ofreciéndose él como pasajero. El globo se elevó 100 metros sobre París y aterrizó intacto luego
de un vuelo de 9 kilómetros. A este vuelo del globo de los Montgolfier siguieron miles de
ascensiones, en muchos globos de distintos tipos, durante los años siguientes. Los aficionados
fueron alargando gradualmente las distancias cubiertas y se elevaron a alturas donde casi
llegaron a perecer a causa del intenso frío. Aunque no se había aprendido aún a controlar los
vuelos y era forzoso quedar a la deriva del viento, y depender del combustible para la
permanencia en el aire, de los experimentos de esos intrépidos iniciadores se obtuvieron las
mejoras y el progreso que condujeron al desarrollo de nuestros modernos aviones.
En primer lugar, se comprobó que era el aire caliente y no el humo lo que permitía la
sustentación del globo, y que no era la temperatura, sino el peso del gas, lo que más
interesaba. Por esta razón se ensayó el hidrógeno; pero, aunque ofrecía un buen poder de
sustentación, resultaba peligroso, debido a la facilidad con que explotaba, siendo sustituido
por el gas de carbón.
Los hombres de ciencia del siglo XVIII utilizaban ya el globo para recoger observaciones sobre
la presión atmosférica y la temperatura a distintas altitudes. Los sistemas de investigación
meteorológica de hoy utilizan también pequeños globos, lanzados varias veces por día por las
estaciones correspondientes, para la investigación de las condiciones del aire en las zonas
superiores.
El primer vuelo controlado de un globo lo efectuó con buen éxito en 1852, Henri Giffard, en
un aparato de forma elíptica, equipado con un motor de 3 caballos y controlado por un timón.
Podía volar contra el viento, desarrollando una velocidad máxima de alrededor de 11
kilómetros por hora. Posteriormente los franceses reconocieron el valor del globo como factor
militar y durante el sitio de París en 1870 lo utilizaron en el transporte de correo y personal
sobre las líneas alemanas fuera de la ciudad. En guerras posteriores, los globos se utilizaron
mucho para el reconocimiento de las líneas enemigas. Así, en la primera guerra mundial, se
montaron en los destructores, para la localización de submarinos. También en la primera y
segunda guerras mundiales se utilizaron barreras de globos, sujetos por cables de alambre
delgado, para proteger las áreas estratégicas de los aviones enemigos que trataban de volar
bajo con el objeto de quedar fuera del alcance de las baterías antiaéreas. La red de cables
obligaba a los pilotos a volar sobre los globos, dentro del alcance efectivo de las armas.