Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
AERONAUTICA - Introducción histórica
LA AVIACION DESDE COMIENZOS DE SIGLO
Continuando con interés los experimentos de Chanute, de Langley y de los hermanos
Lilienthal, los hermanos Wright construyeron su primer planeador en 1901, basado en los
cálculos efectuados por aquéllos. Cuando comprobaron que no obtenían los resultados
esperados, construyeron sus propios diseños de perfiles y los ensayaron en tubos
aerodinámicos de fabricación casera. Como lo que había provocado los fracasos anteriores era
la falta de un motor adecuado, trabajaron diligentemente sobre este problema y finalmente
crearon un motor refrigerado a líquido, de 4 cilindros y 20 C. V. Al mismo tiempo, habían
desarrollado un medio de controlar al avión en vuelo: timones de profundidad para regular la
"trepada" y el descenso; un dispositivo para "doblar" el borde de salida (posterior) del ala, con
el fin de mantener equilibrio lateral, y un timón de dirección que permitía orientar la nariz del
avión en la dirección deseada por el piloto, similar al accionamiento del timón de una lancha a
motor. Debido a las condiciones ideales de viento existentes en el lugar, eligieron a Kitty
Hawk, Carolina del Norte, como campo experimental, y el 17 de diciembre de 1903, lograron
mantener el vuelo durante 59 segundos, cubriendo una distancia de casi 300 metros.
Este primer vuelo pasó casi inadvertido. Sin embargo, en 1907, luego que los hermanos
Wright continuaron desarrollando su máquina, el gobierno de los Estados Unidos, interesado
en sus posibilidades como aparato de observación, les encargó una máquina que pudiera
transportar una carga de 180 kilos, con un alcance de una hora de crucero y desarrollando una
velocidad de 65 kilómetros por hora. Dos años más tarde, el gobierno aceptaba su primer
avión militar. Durante la primera guerra mundial, los aviones fueron utilizados en misiones
de observación, bombardeo y caza. Algunos fueron dotados de equipos de radio y se usaron
para localizar las posiciones enemigas y transmitir informaciones a las fuerzas de tierra.
También se tomaron fotografías desde el aire para determinar el número de tropas enemigas y
el trazado de sus trincheras y defensas. El empleo militar del avión estimuló la producción de
aviones maniobrables, que ascendían velozmente y volaban a buenas velocidades de crucero,
pero no ofrecían gran seguridad de construcción ni de funcionamiento. Se preferían los
biplanos debido a las ventajas estructurales, y sólo después de la primera guerra mundial, el
uso del duraluminio y la construcción del ala con armazón interna determinaron lo práctico
del monoplano (un ala a cada lado del fuselaje). Durante la primera guerra mundial el poder
aéreo incluyó el empleo, no sólo de los primeros aviones, sino también de aeronaves, como
quedó demostrado por el bombardeo de Londres por parte de Alemania con "Zeppelines".
Usufructuando los progresos del tiempo de guerra, la popularidad de la aviación aumentó
grandemente con el retorno de la paz, y con más eficiencia y utilidad, pudieron verse muchos
tipos nuevos de aviones. Desde los difíciles comienzos de 1912, en que se lanzara un avión
formado por una canoa como cuerpo y con las superficies de cola montadas sobre una especie
de pescante, avión que necesitaba ser remolcado por una lancha a motor para poder decolar,
Glenn Martin había producido un avión que podía decolar y acuatizar sin inconvenientes. La
popularidad de la aviación aumentó en los Estados Unidos durante el período de posguerra,
en que los ex pilotos de las fuerzas aéreas adquirían del gobierno aviones baratos,
considerados como material sobrante de guerra, con los que efectuaban jiras por el país,
haciendo demostraciones en las ciudades e invitando a la gente a pasear, y cualquiera que
tuviese unas pocas horas de vuelo, empezaba generalmente a ganarse el sustento instruyendo
a los demás. En un principio, el avión se empleó comercialmente en el campo de la fotografía
y, asimismo se le utilizó en casos de emergencia, pero en 1918 empezó el primer servicio de
correo aéreo y con ello la evolución del avión para que resultara útil en la vida comercial. Se
establecieron rutas aéreas, se instalaron equipos auxiliares, y el vuelo nocturno, peligroso al
principio, llegó a ser factible, por medio de los extensos sistemas de balizamiento de las rutas.
Asimismo, se establecieron las primeras líneas comerciales. Estimulados por este empleo del
avión, los fabricantes se dedicaron al diseño de aviones seguros, perfeccionando los sistemas
de construcción y dando empleo a un número de personas cada vez mayor. Al mismo tiempo,
se generalizó el empleo de aviones multimotores en las líneas comerciales.
Subvencionado por muchos gobiernos, el vuelo privado empezó a difundirse en todo el
mundo, y comprobado que el avión podría llegar a ser una potente arma militar, se hizo
necesario el entrenamiento de reservas de pilotos. Al iniciarse la segunda guerra mundial, el
poderío aéreo era ya considerado como un arma fundamental, tanto para la defensa como
para el ataque. La aviación, al expandirse, incluyó muchas otras actividades afines y durante
la guerra la producción alcanzó niveles mucho más altos que antes. La evolución y la
investigación habían alcanzado un punto tal, que tanto los aviones como los motores se
fabricaron de acuerdo con especificaciones para los empleos más diversos: aviones de
reconocimiento y fotografía, cazas de altura, bombarderos a baja altura, bombarderos de largo
alcance, planeadores para el aterrizaje furtivo de tropas
detrás de la línea del frente,
transportes de paracaidistas, transportes para cargas, etc. Se comenzó a estudiar la propulsión
por reacción; se hicieron volar pequeños modelos de alta velocidad, controlados por radio,
para la práctica de tiro; se utilizaron helicópteros en el mar y los bosques con fines de sabotaje;
se efectuaron alzamientos de planeadores en zonas de evacuación, donde el terreno no era
adecuado para el aterrizaje de un avión de transporte, haciendo volar el avión y enlazando el
cable de amarre del planeador, suspendido entre dos postes a una altura de alrededor de 10
metros. También progresó la evolución del radar; se efectuaron experimentos con proyectiles
dirigidos y alas volantes y se establecieron nuevos métodos de largo alcance para poder
pronosticar con la debida antelación el tiempo.
Transcurridos apenas cuarenta años desde que el primer avión rudimentario voló con buen
éxito, teníamos aviones para todo fin: anfibios, que podían tener su asiento en bases navales o
terrestres; globos para la observación del tiempo y la exploración en la atmósfera superior;
planeadores que eran remolcados por aviones de transporte, y que al ser soltados podían
efectuar aterrizajes seguros en lugares reducidos, y por último, helicópteros que podían
despegar verticalmente y volar en cualquier sentido, así como permanecer inmóviles en el
espacio.
En 1947, solamente en los Estados Unidos había en uso aproximadamente 90.000 aviones
particulares y alrededor de 900 de transporte. Aparte de su empleo en las líneas aéreas, los
aviones están siendo utilizados en las misiones más diversas: en efecto, se usan en la lucha
contra incendios; para poblar de peces los lagos; para preservar de los insectos dañinos las
cosechas y fumigarlas con fertilizantes; para acelerar la entrega, en todo el mundo, de
productos de fácil descomposición; en el transporte de hombres de negocios y religiosos a los
lugares más apartados, y por último, como agentes de enlace de las emisiones radiales a
altitudes elevadas para aumentar la gama de la estación.
Las recientes investigaciones con materiales que pueden soportar temperaturas
extremadamente altas; los diseños de aviones controlables y eficientes a través de regiones
sónicas y supersónicas (zonas de vuelo donde la velocidad del avión se aproxima o excede a la
velocidad del sonido) y los nuevos métodos de propulsión, todo ello se halla en pleno proceso
de evolución y presagia un progreso tal de la aviación, que afectará directamente a toda
persona viviente en la actualidad. No parece existir limitación alguna para la potencia o
velocidad de los aviones.
EL "LOCKHEED CONSTELLATION"
Esta soberbia y moderna aeronave de 10.000 H. P. desarrollaba velocidades de 480 a 560
kilómetros por hora y tenía capacidad para 64 pasajeros. Su rapidez era tal que unía Nueva
York con París en 14 horas.