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ADMINISTRACION DE NEGOCIOS – Provisión de comodidades funcionales
ILUMINACION
En una fábrica, además de la correcta ubicación de la maquinaria, debe contemplarse la
provisión de iluminación adecuada. La iluminación en una fábrica encara dos formas
principales, la natural y la artificial.
El primer problema que se plantea es el de asegurar la mejor iluminación natural. Ciertas
características propias del edificio, tales como su superficie de ventanas o el uso de techos
quebrados en forma de sierra, ayudan a la obtención de grandes superficies de iluminación.
Esta puede ser aun mejorada pintando, tanto las paredes como la maquinaria, de colores que,
como el blanco, reflejan la luz, en vez de absorberla. Si el edificio se encuentra cercano a otro,
separado sólo por un pasaje angosto entre ellos, el pintar las paredes del otro edificio ayudará
a reflejar la luz dentro del primero. La altura de los techos, como también las dimensiones del
local, afectan a la cantidad de luz que se reflejará dentro de él. Una forma efectiva de
aumentar el caudal de luz natural que penetra en un edificio es mantener, tanto las ventanas
como las superficies que reflejan la luz, perfectamente limpias. Para las operaciones que
requieren luz natural de mucha intensidad con un mínimo de reflexión, se recomienda su
ubicación a lo largo de las ventanas, sobre el lado del edificio que reciba más el sol. El uso de
propulsión mediante motores individuales elimina las sombras causadas por poleas y
transmisiones, y tiende a proporcionar una luz más uniformemente difusa, detalle que reviste
tanta importancia en cualquier taller o fábrica, y que se traduce en la mejor y mayor
producción.
En el caso de la iluminación artificial, la selección del tipo de luz, como así también la
ubicación de los reflectores, es importante. Actualmente se puede obtener iluminación
incandescente, como así también muchos tipos de iluminación fluorescente. En este momento,
la luz fluorescente se está usando con profusión, debido a que se puede obtener la misma
cantidad de luz a menor costo, y debido también a que su luz es relativamente fría y, por lo
tanto, reduce la carga agregada al sistema de aire acondicionado, en caso de que éste se use.
La ubicación de los reflectores ha de
asegurar la iluminación del local como si fuera una
unidad y con la misma intensidad de luz; podrán también usarse, dentro de ese local, luces
individuales para cada máquina. Estas últimas son utilizadas cuando se requiere luz de gran
intensidad sobre una superficie pequeña, como sería el caso de las máquinas de coser. Si se
usa iluminación local, ésta deberá ser reforzada por iluminación general.
La iluminación, por otra parte, puede ser directa, semidirecta e indirecta. En la iluminación
directa no interviene superficie alguna entre la lámpara y el lugar de trabajo; en la iluminación
indirecta hay un reflector opaco entre la fuente de luz y el lugar de trabajo, el cual refleja la luz
hacia el techo o un reflector superior, el cual, a su vez, la refleja hacia el lugar de trabajo. La
iluminación indirecta produce una luz suave y uniformemente difusa, que no molesta a la
vista, y es de uso general en bancos y grandes tiendas. Existe aun otro tipo de iluminación: el
semidirecto, en el cual el reflector que se encuentra entre la fuente de luz y el lugar de trabajo
es translúcido, en vez de ser opaco, como ocurre en el caso de la iluminación indirecta. La
tendencia en la iluminación moderna es proveer muchas fuentes de luz de intensidad
relativamente baja, en lugar de pocas de gran intensidad.
Las cualidades de una buena iluminación son:
1- Intensidad o cantidad de luz adecuada.
2- Una difusión adecuada de la luz sobre el área de trabajo.
3- Ausencia de resplandor.
4- Color de luz apropiado.
5- Iluminación que no sea perjudicial.
La mayor parte de la gente, al pensar en el problema de la luz, lo hace principalmente con
referencia a la cantidad o intensidad de luz. En los últimos años prevaleció la tendencia a
proporcionar intensidades de luz mucho mayo res de las que se suponían necesarias
anteriormente. Por ejemplo, 12 bujías era casi la más alta cantidad recomendada; en la
actualidad, son comunes intensidades de 40 a 80 bujías. Una iluminación adecuada aumenta
la producción, mejora la calidad, reduce las enfermedades de los ojos y hace que el trabajo sea
más seguro. En general, una buena iluminación es una de las mejores inversiones que pueda
hacer un gerente.