SÍFILIS

CHANCRO SIMPLE Y CHANCRO INDURADO

1° Chancro simple o blando

Declárase a veces en el primer y el tercer día después de un contacto, con frecuencia suele ser múltiple.

Principia por una mancha roja, pequeña, con un punto blanco en el centro; este punto se abre al segundo o tercer día. Muestra una cavidad de circunferencia bien limitada, cortada perpendicularmente, con fondo rojizo, húmedo, en pocas horas recobra su aspecto blanco ceniciento.

La base del chancro simple es su como la de una herida ordinaria; su calificación le viene de su calidad blanda.

Según el Dr. Ricord, este chancro solo produce accidentes locales, jamás ocasiona sífilis constitucional. Esta opinión, sin embargo, no es aceptada por todos los médicos.

2° Chancro indurado

Se manifiesta tres, cuatro o siete días después del contacto.

Principia, lo mismo que el chancro blando, por una pústula, o por una ulceración pequeña. Por lo común, la ulceración es única, pequeña, redondeada; en ciertos casos puede extenderse considerablemente; pero no perfora los tejidos, como el chancro blando: es superficial.

El líquido que arroja no es un pus abundante como el del chancro blando, es un líquido seroso, exhalado en corta cantidad.

El chancro descansa en una base dura, circunstancia a que debe su nombre de indurado. Esta induración característica está situada debajo y alrededor del chancro. Comúnmente se presenta bastante voluminosa y puede determinar la prominencia de la úlcera. No es roja, como la induración inflamatoria que a veces acompaña al chancro blando; es blanquecina. Tocándola produce la sensación de un cuerpo extraño, como cartilaginoso, en el espesor de los tejidos, o de un pedazo de pergamino debajo de la úlcera. Sus límites son bien marcados, no se desvanece insensiblemente en medio de los tejidos sanos, como sucede en la induración inflamatoria. El chancro indurado produce comúnmente la sífilis constitucional.

Ambas especies de chancro, acabadas de describir, son consideradas por la generalidad de los médicos como producto de un mismo virus; pero algunos sostienen la opinión contraria, y las consideran como la expresión de dos virus distintos. Según esta doctrina, el chancro blando no constituye más que una afección local, y jamás podrá producir accidentes constitucionales, mientras que estos seguirán frecuentemente al chancro indurado.