PREÑEZ Y PARTO
ALUMBRAMIENTO NATURAL
Se llama alumbramiento a la expulsión de las dependencias del feto, como el cordón umbilical, la placenta, y las diferentes membranas que envuelven el feto. Es natural o artificial.
El alumbramiento natural divídese en tres tiempos: en el primero la placenta se desprende de la superficie interna del útero; en el secundo cae de la cavidad de esta víscera hacia la cavidad de la vagina juntamente con las membranas; en el tercero es expelida.
Por lo común, el desprendimiento tiene lugar en el principio del trabajo del parto por las primeras contracciones del útero. Cuando el trabajo se prolonga mucho, no es raro ver caer la placenta en el cuello inmediatamente después de la salida de la criatura.
No se debe arrancar la placenta, sino facilitar su salida. Al efecto háganse ligeras fricciones en el vientre y agárrese simplemente el cordón. Conócese que el útero se contrae, para expulsar la placenta, por la formación de un tumor duro que se nota detrás de las paredes abdominales, y por la presencia de una porción de la placenta en el orificio del útero.
Entonces la comadre debe tirar del cordón con suavidad para traer hacia afuera la placenta que está en la vagina y en el útero; si encuentra resistencia, envuelve el cordón en un paño y hace tracciones flojas y continuadas, primero en línea recta, después guiando el cordón alternativamente hacia la derecha y hacia la izquierda. A veces es necesario cambiar la dirección de la tracción, haciéndola actuar en el sentido del eje del útero: al efecto, cogiendo el cordón con la mano derecha, se llevan los dedos índice y mediano de la izquierda, a lo largo del cordón, dentro de la vagina, hasta el orificio del útero; empujando con ellos el cordón hacia el sacro, y haciendo al mismo tiempo las tracciones con la mano derecha, el cordón resbala por las puntas de los dedos de la mano izquierda como sobre una polea. Llegada la placenta a la vulva enróscase sobre sí misma tres o cuatro veces con las membranas, a fin de facilitar la salida de todo.
