OPERACIONES FARMACÉUTICAS

DIÁLISIS

Operación empleada para separar las sustancias cristalizabas {cristaloides) de las sustancias no cristalizares (coloides), con las cuales se hallan mezcladas en alguna disolución. Se efectúan por medio de un aparato llamado dialisador.

El dialisador consta de dos vasos; uno sirve de recipiente y soporta al otro que es la pieza principal, llamada tambor, y cuya extremidad está tapada por papel apergaminado o por tela de algodón revestida de una capa de gelatina o de albúmina.

Cuando se quiere emplear este aparato, se pone a macerar previamente el papel o tela en agua por espacio de 10 a 12 horas; después de quedar translúcido, se le extiende con cuidado sobre el tambor y se asegura con un hilo.

Introdúcese agua destilada en el recipiente, sumérgese en ella la parte interior del tambor, y después se echa sobre el papel el líquido que se intenta dialisar.

Para que la diálisis sea rápida, la altura del líquido vertido sobre el papel no debe exceder de 12 milímetros. Además de esto debe haber bastante agua destilada en el recipiente, y esta debe ser renovada muchas veces durante la operación. En estas condiciones, 24 horas son suficientes para dialisar el líquido.

Todas las sustancias cristaloides atraviesan fácilmente el tabique delgado; son: las sales, los alcaloides, el azúcar, el ácido sulfúrico, el ácido clorhídrico, etc. El tabique, por el contrario, no deja pasar las sustancias coloides, que son: la gelatina, la albúmina, el almidón, la dextrina, la goma, el tanino, el caramelo, la sílice hidratada, los peróxidos metálicos hidratados, las materias extractivas vegetales y animales, etc.

La diálisis sirve para el análisis de los cuerpos; se aplica también a algunas operaciones farmacéuticas, v. g. hierro dialisado.

Si se introduce en el tambor una solución que contenga una materia cristaloide y una sustancia coloide, el azúcar y la goma, por ejemplo, y si se echa agua destilada en el vaso inferior, pasado cierto tiempo, solo el azúcar atravesará el tabique para fundirse en el agua del vaso inferior, con exclusión de la goma que quedará en la solución primitiva.

Concíbese el resultado notable que puede dar este método, convenientemente empleado, ya para separar los alcaloides y las materias cristalizares de las mezclas complejas que las envuelven, ya para facilitar las investigaciones toxicológicas.