LUXACIONES O DISLOCACIONES

LUXACIÓN DEL PIE O TIBIO-TARSIANA

El pie se articula con la pierna por medio del astrágalo y de las extremidades inferiores de la tibia y del peroné. Esta articulación, además de estar prendida por fuertes ligamentos, tiene a los lados los dos tobillos, que le dan bastante firmeza; sin embargo, las violencias externas, como caídas, saltos, golpes, etc., pueden causar la dislocación del astrágalo hacia diferentes lados, esto es, hacia dentro, hacia afuera, hacia atrás, hacia adelante y hacia arriba. Todas estas dislocaciones son casi siempre acompañadas de la fractura de los tobillos.

1° Luxación del pie hacia adentro.
2° Luxación del pie hacia afuera.
3° Luxación del pie hacia atrás.
4° Luxación del pie hacia adelante.
5° Luxación del pie hacia arriba.

Tratamiento de las complicaciones de las luxaciones del pie

Cuando la fractura es en muchos pedazos, después de reducida la luxación, conviene sostener los fragmentos lo más exactamente posible, merced a un aparato a propósito, y atender con esmero a los síntomas inflamatorios.

La misma atención cuando haya alguna herida que comunique con la articulación.

Irrigaciones continuas de agua tibia sobre las partes lisiadas, a veces pueden salvar el miembro.

Si hay salida de las superficies óseas, necesario es reducirlas.

La amputación de la pierna queda reservada para las luxaciones acompañadas de lesiones muy extensas, y para aquellas en que se desarrolla consecutivamente la gangrena del miembro, o supuración que, por excesiva, puede debilitar considerablemente al enfermo, o exponerlo a reabsorción pútrida.