ENFERMEDADES DEL SISTEMA RESPIRATORIO
ASMA
Enfermedad nerviosa, caracterizada por accesos de disnea, que se reproducen en épocas irregulares, frecuentes veces muy apartadas, y en el intervalo de los cuales los individuos gozan de salud perfecta. Los accesos duran desde algunos minutos hasta muchas horas.
Tratamiento.
Durante, el acceso. Pediluvio de agua caliente. Sinapismos en las piernas. Beber agua fría con azúcar y algunas gotas de vinagre, o con 5 gotas de láudano de Sydenham.
Sentar al enfermo, despojarle de todos los vestidos que puedan comprimirle el pecho, aerear el cuarto, abrir las ventanas y el cortinaje de la cama.
Como la llama de la luz influye sobre el alivio de los asmáticos, muchos tratan de calmar los accesos manteniendo una luz débil en el cuarto en que duermen. Otros enfermos hallan el alivio tomando una taza de café, de té, de melisa, un sorbete, o una corta cantidad de cualquier licor alcohólico, de kirsch especialmente.
Quémese el papel nitrado en el cuarto de los enfermos. La acción del último medicamento varia según los individuos; lo que a unos aprovecha, es ineficaz para otros.
Hé aquí las preparaciones más recomendadas durante el acceso del asma: Inyecciones subcutáneas, debajo de la piel del brazo, de 1 miligramo de clorhidrato de morfina. Hacer respirar éter iodhídrico. Administrar poción bromada. Tintura de lobelia 5 a 20 gotas en una cucharada de agua, de hora en hora. Bromuro de Faliéres (jarabe y gránulos). Jarabe de digital de Labelonye. Píldoras de extracto de antimonio, de 5 centigramos: tomando 1 a 3 píldoras en 24 horas. Papel y cigarrillos antiásmicos de Benjamín Barral. Mezcla para fumar. Emético o ipericuana, administrados al principio del acceso, han dado buenos resultados en algunos casos.
En el intervalo de los accesos. Evitar las corrientes de aire, el caminar cara al viento, los cambios repentinos de temperatura. Vivir y dormir en cuartos espaciosos. Observar buena higiene, sobriedad en las comidas. Hacer uso de caldas sulfurosas en bebida, inhalaciones y baños; de hidroterapia; baños fríos de río o de mar; recurrir, por último, al cambio de clima.
