ENFERMEDADES DEL SISTEMA CIRCULATORIO
TRANSFUSIÓN DE LA SANGRE
La transfusión es el renovamiento de la sangre en un organismo debilitado por falta de cantidad o de calidad de la sangre propia de dicho organismo. La sangre nueva debe vivir y circular en el organismo produciendo en él todos los efectos fisiológicos normales que radican en ella.
Imposible es crear sangre artificial, como así mismo lo es el conservar artificialmente la sangre natural.
Cada especie animal posee sangre que le es propia, distinta de la sangre de los demás animales, por sus propiedades físicas, químicas y fisiológicas, sangre que no puede ser mezclada ni sustituida.
La única sangre, pues, que puede ser transfundida en el hombre es la sangre humana, completa y viva, y preciso es que la transfusión se haga directamente de vena a vena.
Un individuo robusto puede perder cierta cantidad de sangre sin que sus fuerzas amengüen. Esta cantidad de sangre es lo bastante para restituir la vida a un moribundo hemorrágico o anémico. He aquí pues los límites de la transfusión; sacar de uno, sin perjudicarle, la cantidad de sangre necesaria para salvar a otro.
La sangría venosa clásica es el simple y único medio que hay para sacar sangre de un hombre sin que sufra con la operación; no se debe introducir en esa vena ni cánula, ni trocánter, ni sobrecargarla de ligaduras. No se debe sacar del individuo que da la sangre más de la que el enfermo puede recibir.
Para que la operación tenga buen éxito es necesario que la sangre que se transfunde sea rica, sana, no alterada, sin coágulos, sin burbujas de aire, sin polvo y que no contenga cuerpo ninguno extraño.
A fin de que el doliente aproveche la operación, la corriente sanguínea debe ser medida tanto en cantidad como en la velocidad; la presión, la temperatura, los gases, el movimiento deben ser conservados; la sangre debe ser transfundida por cortas dosis sucesivas, regulares, sobre la cavidad fiel corazón. Toda dosis designada por la indicación, debe ser transfundida integralmente.
Dosis.
En la hemorragia mortal: 200 a 300 gramos-
En la anemia grave, en la hipoglobulia, con hemorragia interior o sin ella, 100 gramos.
