ENFERMEDADES DEL HÍGADO Y EL BAZO

HIDÁTIDES DEL HÍGADO

Tumores que contienen gusanos llamados equinococos.

Los tumores hidátícos del hígado no se conocen sino después que han adquirido gran volumen, al cabo de muchos meses o de muchos años de existencia, y se manifiestan por su peso desagradable, gastralgia, dispepsia, y, en fin, por el aumento de volumen del hígado.

Cuando son grandes, forman bultos la altura de las costillas falsas del lado derecho; son blandos, poco dolorosos, fluctuantes, elásticos, sin alteración en el color de la piel, y, por la percusión, dan lugar a cierto ruido procedente de la colisión de las vesículas en que están los gusanos.

Tratamiento.

La esencia de trementina y los calomelanos, aconsejados internamente, producen poco efecto.

Es preciso hacer la punción del quiste con trocar capilar y vaciarlo; la simple evacuación del líquido mata los equinococos y produce la atrofia del quiste. Se puede dejar la cánula 24 horas para provocar la inflamación del quiste o para inyectar en él la tintura de iodo.

Puédese abrir el tumor con aplicaciones sucesivas de potasa cáustica o cloruro de zinc.

También se obtiene la muerte de los equinococos por la electricidad; hé aquí el modo de proceder: introdúcense en el tumor dos agujas doradas, y ambas se ponen en comunicación con el polo negativo de la pila de diez elementos; el polo positivo, terminado por una esponja húmeda, aplicase contra la pared abdominal; después hácese pasar la corriente eléctrica por espacio de diez a veinte minutos.