CLASIFICACIÓN DE LOS MEDICAMENTOS

DENTÍFRICOS

Medicamentos que entretienen el aseo de los dientes. En general son sustancias ácidas, alcalinas o terreas con las cuales se estregan los dientes, para quitar las mucosidades y otras sustancias que les roban la blancura. Los dentífricos se usan en forma de polvos o de opiatas. Aromatízanse para que presten buen olor a la boca, y añádeseles laca, cochinilla o carmín, para dar color encarnado a las encías y a los labios. Las sustancias muy ácidas o muy alcalinas pueden atacar el esmalte de los dientes y no deben entrar en estas composiciones en dosis excesivas. Para los dentífricos se emplean generalmente (en polvos simples o mezclados con miel):

Magnesia.
Bicarbonato de sosa.
Crémor de tártaro.
Greda.
Coral.
Jibia.
Piedra alumbre.
Quina.
Carbón vegetal.
El crémor de tártaro, solo, da a los dientes un color muy blanco; pero, si se continúa usando, puede destruir el esmalte. El carbón es un buen dentífrico, que por su propiedad absorbente posee la facultad de destruir el mal olor de los dientes cariados. La jibia reducida a polvo impalpable, sin mezcla alguna, constituye un excelente dentífrico. Lo mismo diremos de la magnesia calcinada, que sobre todo conviene a los niños, para neutralizar la acidez de los jugos de la boca. El más simple de todos los dentífricos, es un esmerado aseo de la boca, la cual debe enjuagarse con agua fría después de cada comida, y se deben frotar los dientes por la mañana con cepillo suave.