AGUAS
APARATOS CONTINUOS PARA LA FABRICACIÓN DE AGUA GASEOSA
Cuando se trata de una fabricación de alguna importancia los aparatos continuos son preferibles a los aparatos intermitentes. Poseen sobre éstos las siguientes ventajas: consienten el aprovechamiento de todo el gas producido, esto es, el empleo de una cantidad de sustancias menos considerable para la misma producción de agua gaseosa; los productos salen más baratos, si se tiene en cuenta el gasto ocasionado por la fuerza motriz que necesitan. Pueden producir gran cantidad de agua gaseosa, sobre todo cuando se sustituye el brazo del hombre por la máquina de vapor. En fin, la extracción, esto es, la operación que consiste en embotellar el agua gaseosa, tiene lugar bajo una presión constante, producida por una o dos bombas dispuestas de modo que puedan introducir a un tiempo mismo el gas y el agua en el saturador.
Descripción de aparatos continuos.
Aparato continuo de Hermann-Lachapelle. Se componen estos aparatos:
1° De un productor. La caja para el ácido se halla fijada sobre el descompositor por medio de roscas con tuercas. La evaporación del gas se regula a voluntad de la persona que maniobra el aparato, verificándose esta evaporación al aire libre y sin presión.
2° El purificador, que se compone de tres compartimientos.
3° El gasómetro, de hoja de hierro galvanizado, de doble suspensión y de gran sensibilidad.
4° El saturador, que es la pieza principal: compónese de la bomba del recipiente de alimentación, de la esfera, de la rueda, del eje y de los engargantes motores, agrupados todos en una única columna de fundición.
La esfera, verdadera obra de arte, es de bronce fundido de una sola pieza. Ninguna juntura, ninguna soldadura ni pieza adherente alteran la homogeneidad del espesor sus paredes, y por consiguiente garantizan contra el peligro de explosión. Está plateada interiormente.
Un agitador mueve interiormente el líquido con sus largas y fuertes aspas. Las bombas funcionan con regularidad y pueden limpiarse fácilmente.
5° De diversos trasegadores para garrafas sifoides u otras.
Todas estas piezas están unidas unas con otras por tubos de estaño.
Sólo se hallan en contacto el agua y el gas con estaño puro o plata. No hay en estos aparatos ni junturas, ni tuercas, ni soldaduras, y por lo tanto no se han de recelar salidas de los gases comprimidos a tan altas presiones.
El productor se compone de un cilindro de plomo encima del cual se halla un vaso de mismo metal en que se contiene el ácido sulfúrico. Este vaso tiene una abertura por donde se introduce el ácido por medio de un embudo de gutapercha o de plomo. En el fondo del vaso, una espita deja que se introduzca el ácido en el productor según lo necesite la producción del gas. En los dos extremos de la pieza principal del productor hay dos aberturas, sirviendo una para introducir la creta y el agua, y otra para dar salida a las sustancias. Además de esto, un agitador movido por un manubrio, sirve para mezclar las sustancias que producen el gas. El gas pasa por los tubos del productor a los vasos lavadores. Estos son de cobre estañados interiormente con cuidado, y contienen agua en la cual debe purificarse el gas. Cambiase el agua cada dos días en el segundo, cuando el aparato funciona desde la mañana hasta la noche. En el segundo vaso purificador está atornillado un tubo de estaño, en el cual se enchufa otro tubo de estaño que comunica con el gasómetro.
Se compone el gasómetro de una cuba y un recipiente. La cuba se llenará de agua, menos 3 o 4 centímetros. Atravesando el gas esta agua, se purifica una vez más. Un tubo hace comunicar el gasómetro con la bomba. Otro tubo conduce a la bomba el agua pura de un receptáculo colocado al lado o encima del aparato, y la misma bomba lleva el gas y el agua al saturador, penetrada ya del gas ácido carbónico, el agua va conducida por un tubo al aparato del trasiego, donde con ella se llenan botellas sifoides y también ordinarias.
Hay garrafas o botellas sifoides, ovoides o cilindricas de cristal, blancas, azules, verdes o amarillas; de palanca grande y pequeña; válvula exterior o interior.
La casa Hermann-Lachapelle ha obtenido las siguientes recompensas por la superioridad de su fabricación:
La cruz de la legión de honor en 1888.
15 diplomas de honor de 1869 a 1888, Amberes, Paris, Tolosa y Hanoi.
Medalla de oro y de plata, Exposición Universal de París 1878.
Medalla de oro, Exposiciones de Altona, Lyon, Mons, Viena, Moscou, Santiago, Liorna y Buenos Aires.
Medalla de oro, Amsterdam 1883 y Amberes, 1885.
Individuo del jurado en las Exposiciones de París, 1875, 1879, 1885 y 1888.
Individuo del jurado en la Exposición Universal de Barcelona de 1888.
Medalla de oro, Barcelona, 1888, París, 1889.