ABSCESOS Y FÍSTULAS

FÍSTULA VÉSICO-VAGINAL

Si durante el parto la cabeza de la criatura queda largo tiempo pegada contra el pubis, comprimiéndole las partes blandas, sobreviene la gangrena en las paredes de la vejiga, y en la parte correspondiente de la vagina se forma una escara que cae hacia el décimo o duodécimo día después del parto, y deja una fístula vésico-vaginal.

El corrimiento continuo de las orinas por la vagina es el síntoma característico de esta enfermedad.

Tratamiento.

Muchas fístulas se curan espontáneamente; conviene, por tanto, no darse prisa para operar.

Si al cabo de cuatro meses no se han curado, recúrrase a una de las operaciones siguientes:

1° Sonda inamovible en la vejiga y tampones en la vagina.
2° Cauterización de los bordes de la fístula con piedra infernal, hierro rusiente o cauterio eléctrico, conservando al propio tiempo la sonda en la vejiga.
3° Sutura.
4° Autoplastia, esto es obliteración de la abertura fistulosa mediante un pedazo de piel cortado en la región vecina.