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ABSCESOS Y FÍSTULAS

ABSCESO DEL PIE


Los abscesos del pie son con menos frecuencia el resultado de un verdadero flemón que la consecuencia de una lesión de los huesos, como la caries o necrosis. Casi siempre, por tanto, son abscesos fríos.

Los abscesos calientes pueden ser subepidérmicos, subcutáneos o subaponeuróticos.

Los abscesos subepidérmicos so observan comúnmente en la planta de los pies o en el calcañar; ábrense a veces espontáneamente mientras se anda. Los pediluvios tibios, una o dos punzaduras en el tumor, que dan paso a pus seroso, constituyen el único tratamiento.

Los abscesos subcutáneos son más difícilmente fluctuantes; el pus es retenido más tiempo por la piel endurecida. Preciso es dividir, no solo la epidermis, sino también la dermis.

Los abscesos subaponeuróticos son los más graves de todos. El tumor no es circunscrito; todo el pie aumenta de volumen; el dolor es grande. Preciso es emplear pediluvios calientes, cataplasmas de linaza y abrir pronto el absceso.

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